Además de ser un centro turístico de vital importancia, no podía entenderse que una ciudad con 600,000 habitantes, asentada en una zona de alto valor cultural e histórico, no contara con un museo de alta calidad para que los pobladores se pudieran reencontrar con su patrimonio. Esto fue afortunadamente reparado el pasado mes de noviembre, cuando se inauguró el Museo Maya de Cancún.
Diseñado por el arquitecto Alberto García Lascuráin, el museo tiene el gran acierto de integrar en su desarrollo de manera armónica las salas junto con el paseo por las ruinas de la Zona Arqueológica de San Miguelito, ubicadas en el centro de la zona turística.
Ambos espacios conviven rodeados de vegetación local, lo que permite a los visitantes hacer más amena la visita, sin permanecer forzosamente bajo techo todo el recorrido.
El edificio permite disfrutar la enorme luminosidad del cielo del Caribe, alejándose de los espacios cerrados y oscuros. El predominio del vidrio en la obra vuelve el recorrido más fresco, casi lúdico, sin descuidar el respeto a las piezas y a la museografía. Teniendo en cuenta que la zona es frecuentemente atacada por huracanes, es de celebrar que las salas se encuentren en alto, a ocho metros sobre el piso, lo que proporciona gran seguridad a las colecciones. Las desafortunadas experiencias del primer museo, inaugurado en 1982, cerrado de 1988 a 1994 por los destrozos deGilberto y definitivamente clausurado en 2004 tras el embate de otros huracanes, hizo que se buscara evitar la misma desagradable experiencia en el nuevo sitio. Además, esta localización proporciona una excelente vista de la Laguna de Nichupté y de la zona selvática que rodea las ruinas de San Miguelito, construidas entre los siglos XIII y XVI en la costa oriental de Quintana Roo.
Tres salas concentran la exposición de 400 piezas, con colecciones que no sólo son de Quintana Roo, sino que incluyen una selección de piezas emblemáticas de otros sitios como Chichén Itzá, Palenque o Comalcalco, Tabasco.
La primera sala está dedicada a la arqueología de Quintana Roo y recorre desde los primeros vestigios hasta la Conquista y un pequeño paso por la Guerra de Castas, un importante acontecimiento en la región. Incluye entre ellos el esqueleto de una mujer de aproximadamente 10,000 años, una de las evidencias más antiguas de presencia humana en la península.
La segunda sala se concentra en la civilización maya, su estructura, sus ciudades, su cultura, sus creencias, su visión del futuro. Aquí se aclara el famoso significado del “fin del mundo” y la interpretación real del cierre del 13 baktún, la unidad del sistema calendárico maya.
La tercera sala está dedicada a exposiciones temporales.
El enorme museo,construido en 17,000 metros y asentado en 80 hectáreas de pulmón del área turística de Cancún, permite también desarrollar eventos, cursos y actividades infantiles. Se pretende que sea un sitio vivo que pueda reunir a habitantes de la zona y visitantes por igual.
El museo es un orgullo y un digno recinto que permite acercarse a una de las más importantes civilizaciones del mundo antiguo.