Historia de la Delegación Miguel Hidalgo, Ciudad de México
Ubicada en el poniente de la Ciudad de México, inmersa en lomas y barrancas, comprende también una zona de planicies. Es una demarcación llena de contrastes, pues en su territorio coexisten colonias de elegantes residencias con naves industriales y edificios corporativos, todos ellos atravesados por amplias avenidas, a esto se le une el colorido de trazos arquitectónicos y el inmenso Bosque de Chapultepec con su lago y su majestuoso Castillo, que encierra múltiples historias desde la primera de sus tres secciones. Tanto el parque como el zoológico de Chapultepec son reminiscencias de los que tenía el emperador Moctezuma Xocoyotzin en Tenochtitlán y Oaxtepec.
Durante su gobierno, el presidente Porfirio Díaz vivió en el Castillo de Chapultepec y trajo a reonocidos diseñadores europeos para que realizaran en el bosque obras artísticas como esculturas y fuentes. También participaron en la edificación de la Casa del Lago y la instalación del Parque Zoológico. Este espacio es una inmensa isla que mancha de verde y memoria la piel y los ojos de sus miles de visitantes diarios.
En esta delegación hay 85 colonias que se fueron configurando desde comienzos del siglo XX en detrimento de las antiguas poblaciones de Tacuba, Tacubaya y el Cerro de Chapultepec. El verde paisaje que rodeaba a estas comunidades fue desaparecido paulatinamente ante el avasallador desarrollo urbano, los jardines de descanso se convirtieron en residencias y éstas dieron paso a empresas, restaurantes y complejos hoteleros. Las haciendas y los sembradíos y huertas se fueron desdibujando a paso lento desde mediados del siglo pasado y se perdieron definitivamente en la cuadrícula urbana donde hoy observamos espaciosas avenidas como Presidente Masarik, Campos Elíseos, Homero y Reforma.
En el poniente de la ciudad hubo caudalosos ríos que ahora sólo son recordados en la nomenclatura de algunas arterias, como Tacubaya, Becerra, La Piedad, Los Morales, San Joaquín, La Ribera, uno de ellos llegaba hasta la colonia Escandón, donde hubo un embarcadero. Estos ríos movían grandes ruedas de piedra para la molienda de trigo, cereales y otros productos. A partir de la Conquista y durante siglos hubomagníficas construcciones para los molinos que comenzaron a ocupar los extensos territorios de Tacubaya y Chapultepec. Uno de los más famosos es el Molino del Rey, donde se escenificaron las batallas contra las tropas invasoras estadounidenses en septiembre de 1847 y que hoy es parte de la residencia oficial de Los Pinos, bautizada así por Lázaro Cárdenas, primer mandatario que con espíritu republicano trasladó la casa presidencial desde el Castillo de Chapultepec. También estuvieron el molino de Belén, ubicado en lo que hoy es el campo militar número 1, en la cañada paralela a la Avenida Constituyentes, y el de Santo Domingo, convertido ahora en zona residencial de lujo.
En la época prehispánica se construyeron más de 900 arcos de piedra en lo que ahora se conoce como Zona Rosa y colonia Roma Norte. Conformaban el acueducto que desde el manantial de Chapultepec abastecía el Salto del Agua. Otro acueducto servía para drenar agua desde Santa Fe, sobre la Calzada de la Verónica rumbo a San Cosme y terminaba en la Fuente de la Tlaxpana a espaldas del actual Palacio de Bellas Artes.
En náhuatl, Tacubaya significa lugar donde se toma el agua. Hoy es uno de los parajes más representativos de la delegación. Hace apenas 60 años las lomas de Tacubaya se encontraban pobladas de frondosos árboles y hermosas casas de campo.
A mediados del siglo XX, las huertas de las familias Barrón, Escandón y De Teresa se fraccionaron con fines comerciales y dieron paso a las colonias San Miguel Chapultepec, San Pedro de los Pinos, y Escandón. Sin embargo, quedan vestigios de aquellas majestuosas residencias, como la conocida Casa de la Bola que aún conserva un mobiliario original y, tras ser remodelado, hoy es un museo junto al espléndido Parque Lira.
En 1895 Tacubaya tenía 27 mil habitantes, pero durante el verano llegaban a 30 mil, pues quienes tenían propiedades en el lugar se iban a residir a sus casas de campo. Era tal el incremento poblacional durante las primeras décadas del siglo XX, que ya en 1921, Tacuba contaba con 51 mil habitantes y Tacubaya con 57 mil. Durante esa época ambas municipalidades, más Azcapotzalco y Mixcoac se fundieron en una gran masa homogénea y dieron paso a las colonias Popotla y San Miguel Chapultepec. Después se formaron las colonias Juárez, Roma y Condesa, hoy integrantes de la delegación Cuauhtémoc.
En 1940 se estableció un gran corredor industrial en las colonias Irrigación, Granada, Pensil, Ampliación Torre Blanca, y Anáhuac, donde se hallan la Casa de Moneda y algunas empresas como Colgate-Palmolive, la fábrica de vidrio en lo que ahora es el Papalote, Museo del Niño, la Cervecería Modelo, la Bayer, la Harinera Elizondo. Por desgracia, ya desapareció el edificio de oficinas de la Fábrica de Chrysler, cuya fachada principal exhibía un altorrelieve del muralista David Alfaro Siqueiros. Hacia 1950, las fotografías aéreas revelan la gran urbanización al consolidarse Polanco, Chapultepec Morales, Bosque de Chapultepec, Polanco Reforma, Chapultepec Polanco y Los Morales.
En Tacuba, entre túneles de comercios ambulantes, se divisa la parroquia de San Gabriel y su magnífico convento franciscano del siglo XVI, lo mismo que el Colegio y ex convento de San Joaquín por los carmelitas descalzos. Procedente del siglo XVI sobrevive el Convento de Santo Domingo, en las esquinas del claustro, tallados en la cantera, destacan los nombres de los pueblos indígenas que colaboraron en su construcción. Tacuba había sido parte de la Confederación del Anáhuac, junto con México-Tenochtitlán y Texcoco.
En Popotla se encuentra el tronco de un sabino conocido como el Árbol de la Noche Triste, sobre la Calzada México-Tacuba. Este tronco señala el lugar donde Hernán Cortés lloró su derrota en 1520. Y así como en la versión tlaxcalteca la Conquista significó su liberación, según la versión mexicanista a este árbol debía llamársele de la Noche Alegre, a diferencia de los datos españoles.
En Tacubaya, donde hoy es la Escuela Nacional Preparatoria plantel 4, el arzobispo Juan Antonio Vizarrón mandó construir en 1740, la casa de verano de los arzobispos de México. El inmueble rea una propiedad tan majestuosa que en el siglo XIX el presidente Antonio López de Santa Anna la utilizó como sede de la Presidencia. Además, fue sitio estratégico para la construcción, en 1910, del Observatorio Astronómico de la Ciudad de México, que funcionó hasta 1963, cuando fue demolido debido a la nula visibilidad. Sin embargo, aún se conservan sus amplios patios y ahí se aloja la Mapoteca Orozco y Berra, que posee una de las colecciones más importantes de planos de la República Mexicana. A principios del siglo XX se estableció en este sitio la Estación Sismológica, desde donde se elaboraron los reportes en esta materia hasta 1985.
De lo que antes era la Hacienda de los Morales surgió la colonia Polanco. Las amplias venidas que la recorren de oriente a poniente eran apenas los caminos de tierra que limitaban los sembradíos de maíz, la Avenida Masarik era el camino principal hacia esa antigua hacienda conocida durante mucho tiempo como la Avenida de la Piedra Redonda. En Arquímedes estaban los establos, Campos Elíseos fue el cauce del río que limitaba y regaba los sembradíos de la hacienda y que más adelante, siguiendo por Anzures, llegaba a desembocar en el gran canal. Bajaba por la Calzada de la Verónica, y luego por la Avenida Río Consulado hasta llegar al lago de Texcoco.
Isla de paz, los poblados de Tacubaya y Tacuba fueron considerados los suburbios de la bella ciudad. En ellos las familias pudientes resolvían sus asuntos más importantes. Ahí crecían y morían incluso. Hoy, los cementerios de la zona están inmersos en la urbe, como el Civil de Dolores, establecido por Gayosso en 1879 con su Rotonda de Personas Ilustres, varios privados, entre ellos, además del mencionado Francés, que se distingue por los monumentos funerarios de importantes familias extranjeras, el Israelita, que derrocha elegancia y cuyas imágenes de los difuntos granadas en mármol son notables.
La delegación Miguel Hidalgo también cuenta con un importante corredor cultural: el Museo Casa de la Bola, del siglo XVII, remodelado, y que donó don Antonio Hagenbeck de la Lama, el Museo Casa Estudio Luis Barragán, producto de la arquitectura mexicana del siglo XX, considerado Patrimonio Cultural de la Humanidad, el Conservatorio Nacional de Música, construido en 1946 por el arquitecto Mario J. Pani, la Sala de Arte Público Siqueiros, que fuera casa del artista y que acoge una biblioteca de más de 15 mil de los documentos del pintor, y los museos ubicados en el Bosque de Chapultepec, el incomparable Museo de Antropología e Historia, obra del arquitecto Pedro Ramírez Vázquez, el Museo de Arte Moderno, el Museo de Historia Natural, el Museo Rufino Tamayo y el Museo de Historia. Éste último con su salón de banderas históricas y su galería de El Caracol. En este mítico cerro del chapulín azteca han desfilado invasiones, guerras, conflictos políticos y hasta efímeros deseos imperiales que han forjado la patria.
En esta delegación también se encuentra el Instituto Nacional de Bellas Artes con su Unidad Artística y Cultural del Bosque, y el mayor escenario del país, el Auditorio Nacional, abierto a las más importantes manifestaciones del espectáculo mundial.