Uno de los símbolos más grandes en México es, sin duda, la Basílica de Guadalupe, mejor conocida como La Villa. A lo largo del año, este recinto se ve colmado por todos aquellos que, movidos por la fe, buscan una respuesta celestial a sus problemas terrenales.
Aquí se dan cita numerosas congregaciones de feligreses, que acuden a pagar deudas, mandas contraídas con la Virgen de Guadalupe por algún favor recibido de parte de la Morenita del Tepeyac: milagros en la salud, en el trabajo o en el amor. El caso es que miles y miles dejan sus lugares de origen, al menos por un par de días, para trasladarse hasta la parte norte de esta ciudad, ya sea a pie, en bicicleta o en autobús. Todos con la finalidad de agradecer el tiempo que la Morenita dedicó a su difícil caso.
En La Villa, además, se reúnen todos aquellos que llegan al Distrito Federal en busca de una mejor oportunidad de vida. Los jóvenes y jovencitas tratan de recordar la iglesia de su pueblo, la plaza y, sobre todo, la tarde de domingo en la que solían pasar el tiempo tratando de encontrar a su media naranja. También es común encontrar a familias completas que aún viviendo en la urbe más grande del mundo, buscan la paz que les ofrece este recinto.
Hay mujeres que después de haber dado a luz, tras un embarazo de alto riesgo, llegan hasta el atrio y entran de rodillas hasta el altar para agradecer el milagro que en brazos llevan.
Aunque la Basílica se ve repleta todo el año, la fecha más importante es el 12 de diciembre, ya que es justamente el día de la conmemoración de la aparición de la Virgen de Guadalupe al indio Juan Diego en el cerro del Tepeyac. Esa noche es de júbilo para los guadalupanos que asisten para entonar las mañanitas, a dejar arreglos florales y veladoras, como agradecimiento y festejo. El 12 de diciembre se ha convertido en fiesta nacional , pues en aquellas familias en las que existe una Lupita, la fiesta dura hasta entrada la noche del siguiente día. En México son muy comunes los dichos o refranes, y uno de ellos es justamente el que hace referencia a las fiestas, es decir la Guadalupe-Reyes, que inicia en la fiesta de las Guadalupes y termina el 6 de enero, Día de Reyes.
Lugar religioso y familiar es La Villa, afuera del templo se encuentra todo tipo de souvenirs que los visitantes adquieren como recuerdo de su visita a esta ciudad, lo mismo que todo tipo de comida: sopes, quesadillas, pozole, tostadas y las tradicionales gorditas dulces de La Villa, hechas a base de harina de maíz y, aunque son vendidas afuera de cualquier otra iglesia, el sabor de las de La Villa no tienen comparación.