Dentro de lo que es actualmente la delegación Cuauhtémoc, hace muchos años se desarrolló un conjunto urbano que, por décadas, ha sido una respuesta efectiva habitacional, comercial, gastronómica y cultural de nuestra metrópoli para habitantes y visitantes. Dicho conjunto, constituido por las denominadas colonias Roma-Condesa, es en el momento actual orgullo y delicia de sus colonos y personas que diariamente desarrollan alguna actividad en la zona.
En sus orígenes se había contemplado la construcción de dos hipódromos en su territorio. Uno, por parte del Jockey Club, que se inauguró con la presencia de Porfirio Díaz el 10 de octubre de 1910; mientras el otro, a cargo del Club Hípico Alemán, no llegó a construirse y las causas que lo impidieron son desconocidas, éstos serían algunos de los atractivos con los que contaría esta colonia, que aguardaba ser una de las más prestigiadas.
Sus antecedentes se ubican en los inicios del siglo XVI, cuando los terrenos que integran la zona tuvieron diversos propietarios de abolengo, de los que destaca la primera propietaria, doña María de la Campa y Coss, condesa de Santiago de Valparaíso, quien era dueña de una pintoresca hacienda que comprendía lo que ahora conocemos como las colonias Roma, Condesa, Escandón y parte de Tacubaya, las que permanecieron inalterables hasta 1867. Según el historiador don Guillermo Tovar y de Teresa, el nombre de Condesa procede precisamente de su propietaria, la también llamada tercera condesa de Miravalle.
La colonia Condesa se fundó en 1902 y, de acuerdo con investigaciones, la compañía Fraccionadora y Constructora la Condesa, S.A. encargó el proyecto al arquitecto José Luis Cuevas, quien hizo las previsiones para que se dispusiera de todos los servicios, con el fin de lograr una mayor eficacia y un perfecto funcionamiento.
A lo largo de su historia, diversas personalidades del medio político, artístico, literario, empresarial, profesional, comercial, intelectual, magisterial e industrial establecieron ahí su residencia u oficinas.
Actualmente es una zona preferida tanto por los capitalinos como por los visitantes nacionales y extranjeros, principalmente por el ambiente cálido y agradable para los cientos de comensales que a diario frecuentan sus diversos restaurantes, cafés, antros y centros gourmet, como: Flores del Mal, Las Agaves, Malibú, Mama Rosa’s y Los Uruguayos, entre otros. Por las noches algunos de los establecimientos ofrecen música viva para escuchar o bailar. Sin embargo, se orienta principalmente hacia el aspecto gastronómico, ya que ofrece un gran número de opciones para todo aquel que desee degustar algo ligero, variado o exquisito, que incluye platos españoles, árabes, griegos, cubanos, argentinos, italianos, japoneses, mediterráneos y obviamente mexicanos, así como los nuevos llamados de fusión.
Y aunque el aspecto gastronómico y de esparcimiento nocturno es el primordial, no en balde se ven a diario hordas de jóvenes y no tan jóvenes deambulando por calles y antros, también existen reconocidas boutiques de joyas, muebles, libros, abarrotes, pan, flores y otros artículos que pudieran resultarle atractivos.
Por la tarde es muy agradable dar un paseo de entretenimiento, ya que laCondesa cuenta con salas cinematográficas, bibliotecas, cafebrerías, escuelas, centros culturales, universidades y galerías de arte. Entre estos sitios dignos de conocerse están el condominio Condesa, la Casa de Cultura Jesús Romero Flores, los parques México y España.
Por lo que se refiere a la otra colonia que conforma esta dupla, la Roma, también fue asentamiento de familias de abolengo de principios a mediados del siglo pasado. Mayormente es una zona habitacional, pero también cuenta con un gran número de tiendas departamentales, restaurantes de todos tipos, cines, centros nocturnos y demás. Vale la pena caminar por sus calles, principalmente por la Avenida Álvaro Obregón, donde inicia el llamado corredor cultural, está el mercado El Parián (artesanías, cafeterías, etcétera) y una de las edificaciones de mayor prestigio en la colonia, el edificio Balmori. Recorrer las calles de la colonia Roma ofrecen una vista de los más diversos estilos arquitectónicos, desde el porfiriato, al art nouveau y decó, hasta multifamiliares contemporáneos y vecindades al más típico estilo mexicano.
Trate de visitar también la fuente de La Cibeles, la plaza Río de Janeiro, ubicada en Orizaba y Durango donde encontrará una reproducción del David.
Uno de los atractivos principales de la Roma es la Galería Casa Lamm que, desde su fundación como tal en 1993, se conforma con varios espacios de exhibición donde se conjugan diversas manifestaciones artísticas, destacando la corriente artística que predomina en la primera década del siglo XX.
Ubicada en Álvaro Obregón 99, cobra nueva vida despojándose de su carácter residencial para convertirse en el Centro de Cultura Casa Lamm que, bajo la Dirección de Artes Visuales y coordinada por Elin Luque, se ha preocupado por apoyar exposiciones tanto de artistas reconocidos como de las jóvenes generaciones, que apenas se abren camino en la compleja brecha de la plástica contemporánea.
Más allá de la comercialización de las obras de arte como factor determinante de las exposiciones, el objetivo principal de esta galería ha sido la promoción y difusión del arte mexicano, para crear un espacio plural para el estudio y difusión de las artes, así como también el intercambio de ideas y expresiones artísticas a partir de diferentes actividades.
En Casa Lamm se imparten cursos libres, diplomados, seminarios, talleres y, a partir de septiembre de 1996, la licenciatura en Historia del Arte, que incluye disciplinas como literatura, historia del arte, historia de México, arqueología, taller de pintura y escultura, filosofía y cine, entre otras.