Este reportaje es sobre la labor de conservación y protección de las tortugas marinas en el Caribe mexicano que realiza la Fundación Flora, Fauna y Cultura de México, visitando el parque Xel-Há, uno es testigo de tres maravillosas etapas de su ciclo reproductivo: desove de tortugas adultas, nacimiento y liberación. Todo en la misma playa.
El día comienza en una maravillosa playa de blanca arena en donde tienen uno de los campamentos de protección a la tortuga marina. Esta playa es el resultado de la erosión de la barrera de coral, por lo que además es ideal para esnorquelear y descubrir la abundante fauna marina.
Alex Arenas es el director del Programa de Conservación, quien desde hace 22 años se dedica al bienestar de estos animales. Comenzó como un servicio social para el Centro de Investigaciones de Quintana Rooy después emigró a Xcaret, empresa que adoptó el Programa de Conservación de Tortugas durante varios años, hasta que lo tomó en sus manos, hace 10 años, Flora, Fauna y Cultura de México.
El trabajo de un técnico tortuguero es muy duro, pero gratificante. Exige mucha pasión y lo principal, amor a la naturaleza y a las tortugas, especialemnte durante su etapa reproductiva, la cual inicia en abril y finaliza en noviembre. Durante estos meses, las especies de tortugas blanca y caguama arriban a esta playa. De las 21:00 horas en adelante, los técnicos trabajan toda la noche monitoreando cuántas llegan a desovar, les toman medidas, observan su estado de salud, como presencia de heridas, mutilaciones o enfermedades, y las marcan colocándoles una pequeña placa de acero de inconel (una aleación a base de níquel y cromo). Con frecuencia, tienen que recolectar y mover un corral bardeado con malla, los huevos que colocan las hembras en una zona vulnerable de la playa. Ahí son enterrados cuidadosamente y protegidos durante su incubación para que se desarrollen de forma segura.
Las tortugas, como todos los seres vivos, día con día libran una lucha de supervivencia, enfrentándose a diferentes factores como la depredación natural, el saqueo de huevos por el hombre o quedar varadas en las redes de los pescadores. La más importante es desaparición de sus playas de anidación por la construcción de edificios como complejos hoteleros y habitacionales, en las playas de anidación.
Para completar esta labor, se creó en Tulum el Grupo Comunitario de Voluntarios Áak, el cual significa “tortuga” en maya. El objetivo es apoyar e involucrar a los jóvenes locales con problemas sociales en la protección de la tortuga marina. En la zona de Tulum había gran cantidad de saqueo de huevos y se consumía 50 por ciento de los nidos, por eso en 2009 se invitó a esta comunidad a incorporarse en la conservación y han tenido muy buenos resultados.
Otra de las acciones de conciencia social importantes en Xel-Há es la invitación a niños locales y turistas a la liberación de las crías. Las técnicas primero dan una plática y auxiliándose de unas láminas didácticas, le enseñan a las personas su ciclo reproductivo, así como las características físicas de estas especies milenarias hoy en peligro de extinción. Muestran los nidos que estuvieron protegidos y monitoreados en una zona de la playa y frente a sus ojos, comenzaron a extraer los huevos que ya tuvieron que haber eclosionado. Sacaron a los bebés, los contaron y ya que estaba casi obscuro (ya que para ellas es importante seguir el destello de la luna sobre el mar para orientarse), se las reparten a cada niño para que las liberen, no sin antes darle un nombre y desearle buena suerte. Es impresionante cómo, con gran energía, en una carrera se echan al mar. Parecen tan indefensas en la inmensidad del mar, que conmueven en extremo. Ahora solas enfrentarán todos los peligros. Solo una de cada mil logrará llegar a la edad adulta.
Una tortuga caguama estaba saliendo del mar a desovar. Se mueve lentamente, realizando un gran esfuerzo por avanzar algunos metros. Se detenía a descansar de cuando en cuando. Luego lograba adelantar unos metros hincando el hocico en la arena (se cree que lo hacen para reconocer la playa e identificar el lugar donde cavará su nido). Una vez se ubica el sitio ideal, comienza a excavar su nido, arrojando fuertemente y hacia atrás con sus aletas la arena. Le toma cerca de media hora cavarlo y una vez que estuvo listo, comenzó a depositar entre 110 y 150 huevos blancos y esféricos. Se tiene la creencia de que cuando está depositando los huevos, llora, pero realmente se debe a que elimina sales por sus ojos cuando está en tierra. Al concluir el desove, la tortuga caguama tapó su nido, comprimiéndola la arena balanceando su cuerpo para después regresar al mar con gran dificultad.
En el libro El cosmo maya, de Linda Schele, dice que Orión era la tortuga de la cual surgió el Dios del Maíz en su resurrección. Los artistas del periodo Clásico maya representaban al primer padre renaciendo a través del caparazón agrietado de una tortuga, con frecuencia flanqueado por sus dos hijos. También el Códice Madrid, uno de los cuatro libros mayas, muestra una tortuga con un triángulo de piedras sobre el lomo. Aparece suspendida de cuerdas que la sujetan a la banda celeste porque Orión cuelga por debajo de la Vía Láctea, que se alza sobre el grande quelonio. Otra referencia importante a este tema está en el libro de Herbert Mayer, donde aparece la lectura completa de la inscripción de la estela de Quiriguá, la cual dice: “Ilahi yax k’oh ak chak k’u ahaw”, lo que significa: “Fue vista la primera imagen de tortuga, gran señor dios”. No hay duda que para los mayas fue un animal sagrado y lo tiene que seguir siendo para nosotros.
USTED DEBE SABER DE LAS TORTUGAS:
Poseen un caparazón compuesto de placas óseas que las protege. A diferencia de otras, las marinas no pueden esconder su cuerpo dentro del caparazón. En lugar de dientes tienen callosidades. Sus pulmones son como los de nosotros y necesitan salir del agua para respirar, sin embargo, han desarrollado una gran capacidad para resistir hasta 24 horas bajo el agua. No tiene orejas y sus aletas están diseñadas para el mar, por lo que no se sienten cómodas en la tierra y se mueven lentamente. Solo tocan tierra cuando salen a desovar. Su madurez sexual varía dependiendo de su especie. La carey la alcanza a los tres años; la caguama, entre los 25 y los 30; mientras que la blanca, entre los 20 y 50. Esta madurez se mide por el tamaño de su caparazón. El cortejo y apareamiento en las tortugas marinas ocurre un par de semanas previas a la anidación en las cercanías de la playa, y se lleva a cabo durante la mañana y hasta después del medio día. La fertilización es interna, el macho abraza con fuerza y por encima a la hembra por un lapso de tiempo de una y hasta dos horas. Su ciclo reproductivo es bianual y muchas regresan a poner sus huevos en las mismas playas en dónde nacieron. Nadie sabe por qué sucede esto.
EL PROGRAMA EN NÚMEROS:
– De 1996 a 2012 Xel-Há ha protegido 6,295 nidos de tortuga marina y liberado 532,116 crías en su playa.
– La temporada 2011, en las 13 playas (incluyendo la playa de Xel-Há) se registraron 10,185 nidos y lograron liberar más de 858,000 crías.
– De 1996 a 2011 se han liberado un total de 5,539,355 crías de tortuga marina, con lo cual se superó la meta esperada.
– Atendieron a más de 700 personas en las actividades de sensibilización ambiental de observación de desove y liberación de crías en las playas de Xcaret y Xel-Há.