Exconvento inaugurado en 1647por los carmelitas descalzos, quienes después cedieron la edificación a los dieguinos.
Dentro de la sacristía del templo existen valiosos lienzos de importantes pintores, entre los cuales destaca Juan Correa, Nicolás Rodríguez Juárez y Antonio Torres.
También es digna de admirarse una escultura de San Francisco fechada en 1681 y un gran Calvario del mismo año.
Las consejas populares mencionaban que bajo el altar mayor se encontraban los túneles (o catacumbas) que sirvieron como escondite durante la época de la Revolución.