Fue levantado en 1530 por fray Andrés de Olmos.
La construcción es de estilo híbrido: mezcla elementos renacentistas con motivos indígenas.
La portada de su iglesia barroca presenta rosas y follajes labrados en claroscuro y figuras de indios sobre leones y tigres; en el interior se conservan pinturas murales al fresco y en la sacristía existe una cruz de piedra con relieves de la Pasión de Cristo. También es importante observar la arcada de la portería del exconvento.
Entre 1558 y 1560 fray Bernardino de Sahagún vivió en el claustro e inició la investigación de su obra Historia General de las Cosas de la Nueva España.