La fiesta dedicada a la Virgen de la Soledad comienza con un novenario el 7 de septiembre y su celebración ocho días después, el 15 de septiembre.
Según cuenta la historia, poco tiempo después de que se fundara Jerez, en 1569, llegó al poblado una pareja de viajeros con una mula y pidieron hospedaje, al día siguiente habían desaparecido, pero el cargamento de la mula ahí seguía, al abrirlo encontraron el busto y las manos de la Virgen de la Soledad.
En 1833 se le adjudicó el haber salvado a Jerez de una fuerte epidemia de cólera y de haber sacado a la población de una prolongada sequía a mitad del siglo pasado.
Se dice que en 1872 llegó a Jerez el General Trinidad García de la Cadena, quien participó en batallas contra la invasión de Estados Unidos y la intervención francesa, por su ayuda, el oficial impuso a la virgen la banda de “Generala” y el respectivo bastón de mando de su tropa.
También se cuenta que Pánfilo Natera, durante un combate donde se quedó sin municiones, la invocó para salir bien librado, entonces la Virgen de la Soledad tomó las riendas del caballo y lo sacó de esa situación.
El día de su fiesta se baja la imagen del altar para llevarla en una magna peregrinación por las calles del pueblo hasta la Parroquia de la Inmaculada Concepción. En la noche, ya que está de vuelta en su templo, se queman castillos de cohetes.