En la fachada del templo agustino todavía se aprecian restos de pintura y en el friso se lee una leyenda en latín.
En el ex convento se dejan ver restos de pintura mural en blanco y negro, al igual que en la capilla abierta.
Actualmente, el claustro alberga un pequeño museo con piezas arqueológicas y coloniales de la región; además destacan las momias del siglo XVIII que se descubrieron al cambiar el piso de la iglesia.