En Pomuch se lleva a cabo un singular Día de Muertos el cual posee grandes aportaciones culturales.
Una manera de honrar a los muertos es limpiando sus huesos, su urna y cambiando sus prendas.
La gente de Pomuch, cada año lleva a cabo este bello ritual al bordar un nuevo mantel.
De acuerdo a la tradición maya, el nombre como lo conocían los antiguos mayas era Hanal Pixán.
El cadáver se deposita en una bóveda, después de tres años es exhumado y se le quita la tierra para llevar a cabo su primer limpia.
Los restos son colocados en una caja hecha de madera la cual es depositada en el nicho.
Los huesos se limpian con una brocha y todos los familiares hablan con el difunto.
Ya por último se coloca el cráneo y se cubre con manteles bordados con figuras de flores y animales.
Se ponen veladoras y flores al osario para honrar al fallecido.