A pocos metros de la plaza principal se encuentra el Barrio de San Marcos, quizá el más popular, pues es aquí donde se realiza la tradicional Feria Nacional de San Marcos. Fundado a inicios del siglo XVII, aquí pueden apreciarse el Templo de San Marcos y el jardín que lleva el mismo nombre, que se encuentra rodeado por una balaustrada de cantera rosa y edificios históricos. Al sur se ve el Centro de Convenciones, también sede del casino y del palenque durante la feria, así como el Teatro Víctor Sandoval, frente al cual destaca “El encierro”, una estatua en bronce, donde se calcula que cada toro pesa 500 kilos.
La Antigua Plaza de Toros de San Marcos actualmente funciona como escuela taurina, y enfrente se encuentra la Plaza Monumental de Aguascalientes, considerada el segundo cartel taurino más importante del país. Además de la famosa feria, destaca también el Festival de Calaveras, la zona de merenderos, de los tacos de tripa y de las tradicionales chiquiadas.
Al oriente del Centro Histórico se encuentra el Barrio de la Estación, en la avenida Alameda, rodeada por árboles y por las típicas farolas de la ciudad alzadas sobre una columna de cantera rosa con cuatro farolitos de hierro negro. En la esquina con Héroe de Nacozari destaca un inmueble decimonónico: el Centro Cultural Los Arquitos; conformado por varios edificios que en el pasado sirvieron de baños públicos, aún pueden verse los trece placeres o tinas y los lavaderos. Su mayor atractivo está en los talleres y conferencias que continuamente se imparten.
El Barrio de Guadalupe guarda una de las joyas históricas de la ciudad: el Templo de Guadalupe, así como dos de los panteones más antiguos del estado: Los Ángeles y De la Cruz, los cuales se tiñen de color el Día de Muertos. En las calles de Larreategui, Guadalupe y Doctor Pedro de Alba se ponen docenas de puestos que venden dulces y objetos con forma de esqueletos y calaveras. Al poniente vale la pena visitar el templo del barrio, de fachada barroca y con retablos de madera muy antiguos. El Jardín de Guadalupe, lleno de fresnos y álamos y con un quiosco al centro.
El Barrio del Encino, también conocido como el Barrio de Triana, es quizá el que tuvo más influencia española. En el lado sur está el Templo del Encino, lugar donde se venera al Cristo Negro en noviembre.