Aguascalientes era y sigue siendo un centro ferrocarrilero de gran trascendencia en el sistema mexicano. Su tradición ferrocarrilera data de fines del siglo pasado.
La actual estación es la segunda que se construyó, ya que antes existió otra, de carácter provisional, que se localizaba al lado sur del actual crucero con la Alameda.
El edificio se comenzó a construir en 1910 y se inauguró en 1911, fue obra de ingeniero italiano G.M. Buzzo. Es de estilo colonial californiano, aunque también tiene elementos de influencia hispánica. La disposición es de dos niveles y cubierta de teja a cuatro aguas. Este edificio es un claro ejemplo de la arquitectura ferrocarrilera, en el que se empleó una serie de materiales de construcción prefabricados. La estampa de esta pequeña y pintoresca terminal encaja perfectamente con la imagen de provincia alegre y risueña que aún conserva nuestra ciudad. Junto está el Jardín de la Estación, uno de los lugares favoritos de los ferrocarrileros y sus familias desde hace varias generaciones.
Hasta los años cuarenta, fue una costumbre muy arraigada entre las familias locales, casi en ritual, ir por las tardes a la estación, pasear por sus andenes y esperar la llegada o salida de los trenes, escuchar la banda local y esperar nuevas noticias traídas a la ciudad por medio del correo que transportaba el ferrocarril.
Paseo de la Alameda Esta hermosa y arbolada avenida decora el tramo comprendido entre la vía del ferrocarril y los Baños de Ojocaliente.
Tiene una dimensión de 900 metros de largo por 64 de ancho, y en su camellón se yerguen, majestuosas y firmes, cuatro hileras de álamos añosos.
Esta hermosa calzada se construyó a fines del siglo pasado, con el propósito de comunicar el extremo oriental de la ciudad con los Baños Nuevos de Ojocaliente. Además, se simplificó el acceso a la estación de ferrocarril; algo muy importante: los terrenos aledaños pertenecientes a la hacienda de Ojocaliente pronto adquirieron una fisonomía urbana.
Antiguos Baños de Ojocaliente
Estos antiquísimos baños son llamados también los Baños Grandes. Durante la época colonial, en estos terrenos se formaban charcas y acequias naturales con aguas termales que brotaban del manantial.
El manantial de Ojocaliente fue la fuente de suministro de agua más importante de la ciudad desde su fundación. En 1808, don Manuel María Tello, dueño de la hacienda de Ojocaliente solicitó autorización para la construcción de unos baños, cosa que no sucedió debido a la guerra de Independencia. En 1831, el Coronel José María Rincón Gallardo, hombre poderoso y nuevo dueño de la hacienda, mandó que se construyeran los baños, muy cerca del manantial, noticia que alarmó al Ayuntamiento, pues temía que el agua escaseara en la ciudad y ordenó la suspensión de obras hasta que finalmente se le permitió la edificación. Estos baños se abrieron al público con fines recreativos a mediados del siglo pasado y son uno de los primeros sitios de interés turístico con que contó nuestra ciudad. La arquitectura hidráulica y de servicios de este edificio ha tenido modificaciones a través del tiempo. Tal como es ahora, existe desde fines del siglo pasado. Es de estilo neoclásico con influencia francesa.
Centro Cultural Los Arquitos
Los Baños de “Los Arquitos” fueron los primeros edificados para el placer de los habitantes, ya que los del Ojocaliente tuvieron desde su inicio un carácter medicinal.
Se les conocía también como los Baños de Abajo, para diferenciarlos de los Baños Grandes de Ojocaliente a los que acudían tradicionalmente las familias de grandes recursos económicos convirtiendo estas visitas en paseos; mientras que los humildes aprovechaban las acequias a cielo abierto como baños.
Su construcción fue aprobada por el ayuntamiento el 4 de Mayo de 1821; para tal efecto se construyó un acueducto subterráneo de 1348 metros de longitud, uniendo el tanque de los manantiales con la caja de agua integrada a los baños, surtiendo a los 13 placeres o tinas, a los cuatro baños al aire libre, a la Huerta, al conjunto de lavaderos públicos y a fines del siglo XIX a la alberca conocida como “LA PUGA”.
El conjunto está conformado pro construcciones de distintas épocas, entre las cuales destaca el antiguo Hotel San Carlos, de estilo neoclásico, sus albercas al aire libre y su arquería neogótica; la portada del mismo estilo la cual era la entrada principal. En el Plan Nacional de Desarrollo 1989-1994, se estableció en materia cultural la importancia del rescate y conservación del patrimonio arqueológico, histórico y artístico del país.
En consecuencia, el 19 de Diciembre de 1990, se publico en el Periódico Oficial el Decreto Presidencial mediante el cual el conjunto arquitectónico llamado “BALNEARIO DE LOS ARQUITOS”, fue declarado monumento histórico.
A principios de 1993, con la finalidad de convertirlo en un nuevo Centro Cultural que facilitara el acceso a la cultura y los servicios educativos a la población, se iniciaron los trabajos de rescate arquitectónico, el proyecto de restauración y adaptación del edificio. Corresponde al Instituto Cultural deAguascalientes (ICA) dar promoción y difusión a las actividades culturales en general y en particular a la enseñanza artística en el Centro Cultural “Los Arquitos”, el cual abrió sus puertas al público a partir del mes de Noviembre de 1994.