Por la carretera Transpeninsular 1, rumbo al poblado de San Telmo, en el kilómetro 141 se encuentra la desviación hacia el Parque Nacional Sierra de San Pedro Mártir, desde esa desviación son 100 kilómetros.
Este parque fue declarado área protegida en 1947 y es la parte más elevada de la Sierra de San Pedro Mártir. Aquí se encuentra el Picacho del Diablo con 3,100 metros sobre el nivel del mar. Aquí es el sitio ideal para practicar la escalada y ciclismo de montaña.
Este sitio cuenta con cabañas, senderos y zonas para acampar. Es un bosque de coníferas y la lluvia es captada en lo alto, recorre varios arroyos y vuelve fértil los valles de las cercanías como San Telmo, La Trinidad y San Quintín.
En los años setenta del siglo pasado el Instituto de Astronomía de la UNAM instaló aquí un observatorio astronómico. Se colocaron tres telescopios y tienen una labor muy relevante a nivel internacional.
A finales del siglo XVII el jesuita Eusebio Francisco Kino llamó a este sitio montañoso como Sierra Nevada. El jesuita Wenceslao Link, en 1766, fue el primero en cruzar esta serranía. Los dominicos establecieron al sur del parque la Misión de San Pedro Mártir de Verona. Sólo quedan las ruinas y los kiliwa (nativos que ocupaban el territorio y por quienes se estableció la misión).
Toda esta zona es hogar de muchos animales como pumas, coyotes, venados cola blanca, venados bura, conejos, gato montés, borrego cimarrón y linces. Un programa de reintroducción ha logrado que vuelva a esta sierra el cóndor californiano.