La ciudad capital es en sí misma un monumento, y uno no puede abandonarla sin antes haber dado un largo paseo por su señorial Centro Histórico; en su remodelaciónse cuidaron los detalles de la imagen de las antiguas casonas y calles que se encuentran dentro del perímetro comprendido en lo que antiguamente fue el área encerrada por la gran muralla y los baluartes.
Los frescos colores de las fachadas ofrecen bellos contrastes, y las rectas callejuelas permiten distinguir el otro extremo de la ciudad.
Un paseo por los diferentes barrios que conforman la “otra parte de la ciudad” descubrirá el ritmo de su vida cotidiana, para después disfrutar un bello atardecer dando una caminata por su extenso malecón.
Campeche es el principal productor del petróleo en México; otras dos industrias forman parte importante de su desarrollo: la pesquera y la maquiladora, esta última en pleno crecimiento. También se produce caña de azúcar, ganado bovino, madera y chicle.
En el siglo XVII la villa española de Campeche y la costa fueron los ejes para el asentamiento de sus barrios: Guadalupe, San Francisco, San Román, Santa Lucía y Santa Ana. Un siglo después, Campeche ya era una villa fortificada, de planta hexagonal integrada por ocho baluartes, cuatro puertas, ocho lienzos de muralla, dos fuertes y tres baterías, quedando fuera del recinto militar los barrios.
La capital del estado ofrece hoteles de cinco estrellas, como el Antel Jardines, el Ramada del Mar, el Paseo, el América, así como los Baluartes, todos ellos ubicados dentro del primer cuadro de la ciudad con tarifas variadas.