Justo en el centro del estado, las planicies tropicales dan paso a serranías elevadas abruptamente hasta arañar los 3,000 metros sobre el nivel del mar. Aquí, en esta región conocida atinadamente como Los Altos de Chiapas, predominan los solemnes bosques de coníferas, los cielos transparentes y las temperaturas frías. De algún modo esta zona, una de las de mayor diversidad étnica en México, se considera el corazón cultural de Chiapas. Aquí quedará sorprendido con el arte, la arquitectura, los pueblos y la gente, pero también con las riquezas naturales locales: bosques, grutas, arroyos y formaciones rocosas.
Más que una ruta para recorrer de un extremo a otro, ésta es una propuesta de visita al bellísimo Pueblo Mágico de San Cristóbal de las Casas y a unas pocas de sus muchas comunidades y parajes cercanos.
1.- SAN CRISTÓBAL DE LAS CASAS
Pocos poblados del continente americano combinan con tal gracia una atmósfera elegante y cosmopolita con el encanto pueblerino y los sabores de antaño. San Cristóbal de las Casas, la antigua “Ciudad Real” o “Chiapa de los Españoles” es, sin duda, uno de los pueblos más bonitos de México. Aquí se dan cita una arquitectura virreinal de primer nivel, la riqueza étnica y cultural de Los Altos de Chiapas y un verde entorno de bosques y montañas.
Con docenas de iglesias majestuosas, museos interesantes, sofisticadas tiendas de artesanías, plazas acogedoras, casonas centenarias y restaurantes de antología, es difícil hablar de los atractivos de San Cristóbal de las Casas. En la medida en que cada calle del centro está llena de maravillas, el mejor consejo para el viajero es simplemente “echarse a andar” y asombrarse con lo que descubra. Cualquier elección será un acierto.
Pero si el tiempo está restringido, aquí van algunos sitios y rutas que pueden merecer prioridad. El punto de inicio de un recorrido puede ser la bella Catedral de San Cristóbal, frente a la explanada que desde 1994, tras las negociaciones que siguieron a la rebelión de ese año, se llama Plaza de la Paz. Hay que admirar la gran fachada barroca de la catedral, sus exquisitos retablos dorados y la Iglesia de San Nicolás, ubicada en la parte de atrás. Ahí, al lado derecho de la catedral se ubica la agradable y arbolada Plaza 31 de marzo, punto de encuentro de los coletos (habitantes de San Cristóbal). La calle que ahí inicia hacia el oriente ha sido recientemente cerrada al tránsito vehicular, remodelada y convertida en el espectacular Andador de la Calle Real de Guadalupe, toda una vía llena de casonas señoriales y tiendas de artesanías de ámbar, que culmina unas cuadras antes del precioso Templo de Nuestra Señora de Guadalupe, encaramado en un cerrito.
La calle transversal que pasa frente a la catedral es también un agradable andador, a veces llamado también Andador Eclesiástico, porque pasa por varios de los templos más bellos de San Cristóbal, además de la propia catedral. Al norte lleva a la grandiosa Iglesia de Santo Domingo que al igual que la vecina Iglesia de la Caridad es un verdadero prodigio barroco. En el mismo rumbo, el caminante hallará el Teatro Daniel Zebadúa, de principios del siglo XX. Por la misma vía, pero hacia el sur, está la Casa de Diego de Mazariegos, que presuntamente perteneció al conquistador de Chiapas, así como el Templo y Arco del Carmen, una curiosa construcción que hace siglos fue iglesia y convento de monjas concepcionistas. Muy cerca de ahí se puede visitar también el Templo de San Francisco, el Mercado de Dulces y Artesanías y con una vista espléndida de toda la traza urbana, el Templo del Cerrito de San Cristóbal.
Tip: San Cristóbal posee museos muy valiosos que permiten armar una ruta. Puede iniciar en el Museo de las Culturas Populares, seguir por el Museo del Ámbar de Chiapas, el Museo de la Medicina Maya, el Museo del Jade, entre otros.
Cómo Llegar: Son 68 kilómetros de Tuxtla Gutiérrez por la autopista. La cuota para camionetas y coches es de $42 pesos aproximadamente.
2.- SAN JUAN CHAMULA
Desde hace décadas, este pueblo ha llamado la atención de nacionales y extranjeros por su peculiar religiosidad. El catolicismo de la comunidad tzotzil está fuertemente entrelazado con prácticas y creencias paganas de origen prehispánico. La expresión más clara de esta fe, y al alcance del viajero, se encuentra en la iglesia del pueblo, una construcción de tiempos virreinales. En su interior, el templo sólo está alumbrado por unas cuantas ventanas y las múltiples veladoras dedicadas a las docenas de imágenes de santos ubicadas en vitrinas individuales junto a los muros. Frente a las imágenes, los fieles rezan, presentan sus ofrendas y hacen sus ritos sentados o hincados en el suelo. No hay bancas en ese templo, ni retablos, ni, al parecer, un altar mayor. Una experiencia sin igual y mágica se vive ahí dentro, la cosmogonía tzotzil se impregna en quien la visita (Diario de 7 a 18 horas).
En vez de la convencional excursión en coche o camión, una opción divertida y cercana a la naturaleza para visitar San Juan Chamula es ir a caballo. Agencias y hoteles ofrecen estos paseos a través de veredas encantadoras entre los frescos pinares de Los Altos. Los paseos suelen durar cuatro horas ida y vuelta y cuestan entre $120 y $150 pesos aproximadamente por persona. Puede contratar también paseos más largos que permitan visitar otros pueblos, como Zinacantán. Es una experiencia totalmente fuera de serie, única e irrepetible.
Tip: La entrada al templo se cobra, puede comprar el boleto en el Palacio Municipal. Una cosa que debe considerar, está tajantemente prohibido tomar fotografías.
Cómo Llegar: Al poniente del centro de San Cristóbal, tome la avenida Ramón Larráinzar. A 7 kilómetros del centro hay una “Y”. Por el brazo derecho se llega 4 kilómetros más adelante a San Juan Chamula.
3.- ZINACANTÁN
Dedicado al cultivo de flores, este otro pueblo tzotzil puede ser más tradicional que San Juan Chamula, bonito y amistoso. Su Iglesia de San Lorenzo posee un altar mayor distinguible, se puede visitar previa compra de un boleto en la caseta junto al atrio. Lo que le da la fama y hace único a este pueblo son los finisimos chales bordados por sus mujeres, todos ellos de tonos que van del verde al morado y decorados con imágenes de las flores cultivadas por la familia. Cuando algún turista llega al pueblo, las zinacantecas corren a su encuentro para invitarlo a sus casas. La idea es mostrarle los telares donde tejen los chales y otros textiles, ofrecerle comida de la casa; por ejemplo, deliciosas quesadillas hechas con queso fresco y tortillas hechas a mano, y servirle unas copitas de posh (aguardiente de caña). Esta invitación no cuesta nada y las familias zinacantecas sólo esperan que a cambio le compre sus textiles. Le recomendamos se deje llevar y viva esta divertida y multisensorial experiencia.
Cómo Llegar: De San Juan Chamula se vuelve rumbo a San Cristóbal, pero en el entronque que aparece a los 4 kilómetros se toma la derecha; ese otro camino, también pavimentado, conduce a Zinacantán.
4.- EL ARCOTETE
Esta formación rocosa próxima a San Cristóbal de las Casas es uno de los parajes naturales más bellos de Los Altos. Consiste en un amplio arco de piedra por donde pasa el Río Fogótico. En sus cavidades interiores hay estalactitas y retorcidas formaciones pétreas. Su nombre, dicen, proviene de un soldado francés, Jean Francoise D’Arcotete, quien se quitó la vida en las cercanías cuando fue rechazado por la mujer coleta de la que estaba enamorado.
El contorno de una roca al interior del arco parece mostrar el afligido rostro del francés. En fechas recientes se instaló cerca del lugar un centro de servicios que incluye restaurante, baños y palapas de alquiler para comidas campestres. Ahí también se organizan paseos a caballo y en las paredes cercanas al arco hay rutas armadas de escalada (Diario de 10 a 17 horas).
Cómo Llegar: De Zinacantán, regrese a San Cristóbal. Sea que atraviese el Centro Histórico o que tome el Periférico Norte, debe salir de la ciudad al oriente, por la carretera a Tenejapa. En el Km. 4 hallará, a mano derecha, el ramal de unos 1,000 metros hasta el estacionamiento.
5.- GRUTAS DE RANCHO NUEVO
Este impresionante complejo de cavidades subterráneas fue apenas descubierto en 1947. Son incontables sus estalactitas y estlagmitas que en más de un caso se han unido para formar columnas. Se dice que estas cavernas se extienden por varios kilómetros, si bien el recorrido habitual de 45 minutos sigue un andador iluminado de menos de mil metros de longitud. Los niños que sirven de guía hacen divertidas interpretaciones de los caprichosos perfiles de las formaciones rocosas (no reciben salario, esperan generosas propinas). Acceso: $15 pesos aproximadamente por coche o $10 pesos aproximadamente por persona. Junto a la entrada de las grutas hay un bosque, donde se puede disfrutar de paseos a caballo (suele haber guías que los rentan), senderismo y campismo. Hay, además, restaurante, baños y una gran resbaladilla.
Cómo Llegar: De El Arcotete regrese a San Cristóbal y tome la carretera a Comitán (federal 190). A poco más de 10 kilómetros, justo después de pasar la desviación a Ocosingo y Palenque, está, a mano derecha, el ramal de 500 metros a la entrada de las grutas.
6.- AMATENANGO DEL VALLE
Este pueblo tzeltal, a medio camino entre San Cristóbal de las Casas y Comitán, destaca por su excelente alfarería de técnica prehispánica. Casi todas las familias del poblado trabajan el barro, recolectado en los alrededores durante los meses de secas. Todos los días, toman un poco de él y lo amasan para darle forma hueca; casi siempre de olla, cántaro o maceta. Las piezas resultantes son cocidas en hogueras de leña, como se hacía hace 1000 o 2000 años, y después son pintadas con tintes rojos, negros o amarillos de origen mineral. Aparte de la técnica ancestral, esta cerámica llama la atención por sus novedosas formas. De aquí son las famosas ollas de tres patas y las macetas con cuello y cabeza de paloma. Poco a poco se han ganado también el favor del público los jaguares de barro, de gran estilo y redondeadas formas. Y no faltan otras figuras de ranas, iguanas, tortugas, lunas, gallos y soles, además de floreros, vasos, ceniceros y máscaras de jaguar, entre otros muchos tipos de piezas.
Si bien muchas mujeres de Amatenango ofrecen sus ollas y figuras de barro en los puestos al borde de la carretera, para el coleccionista puede ser más rica la vista al centro del pueblo. Ahí, bajo los portales se extiende el mercado comunitario. Aproveche su visita y conozca la Iglesia de San Francisco de Asís, de 1756.
Cómo Llegar: Desde Rancho Nuevo son 25 kilómetros más hacia el oriente por la carretera federal 190 con dirección a Comitán.
PARA UN VIAJE CORTO
No puede dejar de visitar San Cristóbal de las Casas y, por lo menos, recorrer el Andador Tirístico que parte del Arco del Carmen, pasa por la Facultad de Derecho, la Catedral y termina en la esquina de la Plaza de Santo Domingo. También puede ir y venir en un mismo día a dos de las comunidades cercanas más importantes: Zinacantán, donde se elaboran hermosos textiles, y San Juan Chamula, con su peculiar iglesia sin retablo ni bancas donde los chamulas rezan en voz alta a sus santos.
SI VIAJA CON NIÑOS
El clima de Los Altos es templado húmedo, y por las noches hace frío; así que es mejor salir con un suéter o chamarra para que los niños no se resfríen. Una visita a las Grutas de Rancho Nuevo es algo que sin duda disfrutarán, y probablemente las artesanías de Amatenango del Valle llamen su atención.
INFORMACIÓN
Delegación de la Secretaría de Turismo de la Región de Los Altos.
Av. Insurgentes s/n. Unidad Administrativa. San Cristóbal de las Casas, Chiapas. Teléfonos: (967) 678 1467 / 6570. www.turismochiapas.gob.mx