El Palacio Federal en Chihuahua es un edificio que data del siglo XX y en el que aún se conservan la torre y el calabozo de un antiguo convento jesuita donde estuvo preso, en 1811, don Miguel Hidalgo y Costilla.
Para poder llegar al calabozo se debe recorrer un pequeño túnel en cuyos muros se exhiben algunos documentos.
En la celda podrá observar una mesita, un banco, un baúl, un armario pequeño, un candelabro, un revólver, una Biblia y un crucifijo, los cuales recrean la atmósfera que tuviera el cura Hidalgo.
En la pared se encuentran empotradas unas placas de bronce con los versos escritos por él, unas horas antes de ser ejecutado, en agradecimiento a las atenciones brindadas por sus carceleros Melchor Guaspe y Miguel Ortega.
El calabazo estuvo por largo tiempo sin mayores cuidados. Después de ser restaurado, en el lugar se colocó un retrato del cura Hidalgo, algunos objetos antiguos y una bandera de México.
Antes de entrar al calabozo se exhibe una maqueta de lo que fuera el Antiguo Colegio de los Jesuitas y de la Catedral de Nuestra Señora de Loreto. En ésta se señalan las celdas de Aldama, Jiménez, Camargo y Allende.