Oficialmente se le conoce con el nombre de Victoria de Durango, en honor a Guadalupe Victoria, primer presidente de México. Fue fundada el 8 de julio de 1563 por Francisco de Ibarra quien la bautizó como Villa de Durango, nombre idéntico que refiere a un poblado en la provincia española de Vizcaya, sitio del cual Ibarra era originario. Se ubica en el Valle de Guadiana localizado justo al centro del estado duranguense, motivo que le da el sobrenombre de “La Perla del Guadiana”.
Sus orígenes están ligados al famoso Cerro del Mercado, importante yacimiento de hierro, cuyo nombre recuerda al capitán Ginés Vázquez de Mercado, su descubridor en 1552. Cuatro años después arribó al valle de Guadiana fray Diego de la Cadena, para establecer la primera misión franciscana del rumbo en un poblado tepehuano de nombre Analco que significa “al otro lado del agua” debido a su cercanía con la llamada Acequia Grande, hoy boulevar Dolores del Río.
Francisco de Ibarra ordenó a Alonso de Pacheco trazar la ciudad en 1557, al lado contrario de dicho pueblo. Tuvo por límites al norte, el Cerro de Mercado, al oriente la continuación del valle; al sur, la Acequia Grande; y al poniente, una zona pantanosa. Sus primeras calles corrienron de norte a sur y de oriente a poniente de acuerdo con el sistema ortogonal empleado entonces en la conformación de las ciudades. Desde un principio se definió con claridad el lugar de la Plaza Principal, del Palacio de Gobierno y de la Catedral.
Fray Diego de la Cadena ofició la misa de fundación de la Villa de Durango justo en la esquina sur poniente de las actuales calles de 5 de Febrero y Juárez, a la cual asistieron Ibarra y sus capitanes vestidos de gala, y los primeros vecinos. Se sabe que en el siglo XVII la Villa de Durango mostraba ya 20 manzanas y una población de 50 españoles. La importancia que había alcanzado se refleja en la fundación de su Obispado que tuvo como consecuencia el reconocimiento de ciudad por Felipe IV, rey de España, en 1621. En ese mismo siglo Durango enfrentó ataques de indígenas de la región, y estuvo a punto de ser abandonada; el apoyo del virreinato de la Nueva España evitó su despoblamiento.
El descubrimiento de minerales preciosos en la Sierra Madre Occidental, durante el siglo XVIII, propició un resurgimiento de la ciudad construyéndose palacios y mansiones notables y muchas mejoras que propiciaron el incremento de la población. Así, fue creada la Intendencia de Durango, formada por los actuales estados de Chihuahua y Durango, el 4 de diciembre de 1786.
Hoy en día el Centro Histórico de Durango contiene el mayor número de monumentos históricos catalogados en el norte de México y forma parte del conjunto de poblados y ciudades que dieron vida al Camino Real de Tierra Adentro reconocido por la UNESCO como Patrimonio Cultural de la Humanidad en 2010.
Inmuebles como el antiguo Palacio de Zambrano, el del Conde del Valle de Súchil, el de Escárzaga; los teatros Victoria y Ricardo Castro; la Catedral Basílica, varios templos más y algunas residencias señoriales nos hablan del auge alcanzado por la ciudad debido a la explotación de sus minas y a sus actividades productivas. Entre los espacios públicos más entrañables que los duranguenses comparten con el visitante se encuentran los parques Guadiana y Sahuatoba. El Corredor Constitución y la Plaza de Armas constituyen invitaciones abiertas para sentir el ritmo de la ciudad con plena seguridad.
Modernos museos como el Francisco Villa y el de la Ciiudad de Durango 450 nos permiten adentrarnos en la vida de su personaje más famoso y en el desarrollo de la misma urbe. Otros más nos hablan de las raíces históricas y culturales de la región como el Museo Arqueológico, el Museo de las Culturas Popularesy el Museo Regional; el de Arte Funerario Benigno Montoya nos invita a mirar los panteones de una manera diferente. Ángel Zárraga y Guillermo Ceniceros, estupendos pintores duranguenses, se hacen presentes en sus respectivos espacios.
La modernización y ampliación de la infraestructura turística, apreciada en sus últimos atractivos como el Teleférico y su mirador, el Museo Túnel de Minería, el Museo Constitución, son pruebas tangibles del impulso dado aDurango para convertirla en una ciudad con grandes atractivos turísticos. Lo invitamos a disfrutar de sus calles y corredores.
SI VIAJA CON NIÑOS:
Estando en el Parque Guadiana, visite el Museo del Niño, donde los pequeños pueden realizar viajes virtuales por el espacio para conocer planetas y constelaciones, aprender sobre el cuerpo humano, y saber más sobre la flora y fauna del estado de Durango.
Además de la visita obligada a Bebeleche, Museo Interactivo de Durango, pueden ir al Zoológico Sahuatoba que se encuentra al lado del parque con el mismo nombre.
Los paseos en teleférico y a través del Túnel de Minería pueden mostrar a los niños una perspectiva distinta y emocionante de la ciudad.
CÓMO LLEGAR:
En Avión
Aeroméxico y Aeromar vuelan a Durango.
En auto
Desde la Ciudad de México, hay que recorrer la autopista y carretera federal 57, y las carreteras federales 49 y 45.
En autobús
Desde la Central de Autobuses del Norte, en la Ciudad de México, salen a Durango las líneas Transportes Chihuahuenses, Chihuahuense Select, Turistar Lujo y Omnibus de México.
INFORMACIÓN TURÍSTICA:
Secretaría de Turismo del Estado de Durango.
Florida 1106 Pte, Barrio del Calvario, Zona Centro.
Teléfono: (01618) 811 1107 / 9677. y 01800 624 6567