Esta hacienda es del siglo XVIII y perteneció al clero. Más adelante fue propiedad de don Macario Pérez, padre de Sara Pérez, esposa de Francisco I. Madero.
Hoy en día es una propiedad privada pero es posible visitarla y conocer sus jardines y su bella capilla con antiguos óleos de temas religiosos y donde se cree que Miguel Hidalgo dio una misa un día antes de la batalla de Aculco.
Su patio principal posee unas hermosas columnas toscanas y en sus pasillos tiene nueve murales realizados por Ernesto Icaza donde se narra la vida de la hacienda.
También llama la atención una carroza que perteneció a Francisco I. Madero.