Este es un pueblo de tradición otomí, y en su centro se encuentra la Plaza Manuel Ávila Camacho, con un quiosco y un obelisco de la Independencia.
Uno de sus principales atractivos es el Templo de San Pedro y San Pablo, que formó parte del conjunto conventual fundado por los franciscanos en el siglo XVI. La iglesia fue reconstruida y hoy se encuentra antecedida por un atrio de altos árboles y una cruz de piedra tallada con relieves de la Pasión de Cristo. En el interior de la Capilla del Sagrario hay un retablo barroco con pinturas, y en la del Presbiterio, una pila bautismal de piedra.
A unas cuadras del centro se encuentra el Parque Las Sequoias en donde hay árboles enormes de secuoyas rojas del noroeste de Estados Unidos. Estos árboles son las conpiferas más altas del mundo, con más de cien metros de altitud y un promedio de vida de 800 años. El parque cuenta con juegos infantiles, esculturas y cafetería.
Muy cerca se puede visitar la Cruz de Doendó, sitio de la fundación de los frailes franciscanos. La Sierra de Jilotepec está rodeada de bosques y formaciones rocosas como las de Desxcaní Alto, donde se pueden realizar caminatas en sus veredas y su cañada.
A 20 kilómetros de Jilotepec se encuentra el Bioparque Estrella. Este sitio busca difundir el amor por la naturaleza mediante sus actividades que lo hacen atractivo para toda la familia. Posee 300 hectáreas y cuenta con recorridos para alimentar animales exóticos como jirafas, bisontes y cebras, paseos en lancha en donde se pueden apreciar recreaciones de dinosaurios y una isla habitada por monos araña. Se pueden realizar caminatas, cuenta con tirolesa para adultos y niños, corrales de exhibición, espectáculo de aves, aventuras bajo tierra, trineos, pared para escalar, eurobungy y toritos mecánicos.