Al visitar Jalostotitlán es recomendable empezar por el Templo del Sagrado Corazón, una construcción del siglo XIX en la que se mezclan elementos de inspiración barroca y neoclásica con influencia romántica. Es de llamar la atención sus columnas en las dos torres y en el frontispicio, así como la imagen de La Expectación, traída por el fraile Miguel de Bolonia, fundador de Jalostotitlán durante 1544.
Su Plaza de Armas se encuentra rodeada por el Portal de la Unión, una construcción de 1829 de estilo colonial que alberga comercios y sitios de comida.
En la calle de Guadalupe, para ser más exactos en el número 57, se encuentra el santuario a la Virgen de Guadalupe, una construcción en cantera rosa de estilo neoclásico. Siguiendo sobre Guadalupe se llega a la Parroquia de Nuestra Señora de la Asunción, uno de los edificios más emblemáticos de Jalostotitlán que posee el grado de Basílica Lateranense. Su fachada es de cantera rosa y en la construcción se mezclan los estilos de inspiración barroca con detalles románticos y mudéjar. Su retablo es considerado uno de los de mayor valor artístico de toda la región.
El Templo de Santo Toribio Romo fue construido en honor a este sacerdote martirizado en 1928 durante la persecución religiosa que dio origen a esta contienda. Este templo se encuentra en Santa Ana de Guadalupe, un poblado con poco más de 300 habitantes. A este santo se le considera patrono de los migrantes.