Tapalpan proviene del otomí Tlapalpan que significa tierra de colores. Es un pueblo con muchas historias, algunas provienen de su gastronomía como el borrego al pastor, los tamales de acelgas y las conservas, otras de sus barrios y atractivos naturales que los rodean.
Tapalpa disfruta de los beneficios que genera el turismo, sus visitantes proceden de diferentes puntos de todo México y muchos han encontrado razones para volver o adoptarlo como segundo hogar.
Cuando visites Tapalpa es recomendable llevar impermeable, sombrilla y botas para lluvia, pues en este lugar sin importar la estación del año suele llover por las tardes. De noviembre a marzo el clima es muy frío y cae aguanieve.
Al caminar por su Plaza Principal te acompañará la música proveniente de las bocinas instaladas en el lugar. Sobre la calle Matamoros se encuentra el Portal del Taco, en donde se encuentran varios establecimeientos para disfrutar de una birria y barbacoa. Más adelante están los portales en donde hay restaurantes, cafecitos y tiendas de artesanías.
El Templo Viejo o Templo Antiguo es una construcción del siglo XVII, dedicado a San Antonio de Padua, actualmente guarda un Museo de Arte Sacro. Casi enfrente se encuentra el Templo Nuevo o Templo de Nuestra Señora de Guadalupe, cuya bóveda posee la imagen de los cuatro evangelistas. Más adelante le sigue la plaza cultural y luego la cívica, en esta se encuentra un quiosco de techo de madera y cerca se colocan vendedores de las nieves de garrafa. A un costado del quiosco se encuentra el Mercado del Artesano para adquirir suéteres y gorros tejidos, artesanías de papel malhecho, con técnica de floripintura, morelianas, conservas, gorditas de nata, mantequilla y requesón.
La Casa de la Cultura en el pasado fue casa de don Federico Gálvez y su esposa. Junto se encuentra el Parque Escultórico, un espacio con obra de diferentes artistas como Sebastián y alejandro Colunga. Frente al jardín se encuentra la Capilla de la Purísima, una de las construcciones más antiguas de todo Jalisco. Siguiendo por esa calle se encuentra el Mercado Municipal y muy cerca de ahí la galería del restaurante Los Girasoles y el Portal del Taco.
En diferentes puntos de este pueblo se colocaron fuentes que abastecían agua, de las cuales aún quedan algunas que son poseedoras de leyendas, por la calle Juárez se encuentra la Pila del Perro, construida en honor al perro Gumecindo que nunca abandonó el lugar donde fue asesinado su dueño. Muy cerca del mercado se encuentra la Pila del Tecolote, llamada así por los enamorados Luz Defensa y Feliciano, un rebelde acosado por un comandante. Los celos de un indio causaron el fusilamiento de Feliciano, quién se transformó en tecolote de piedra y el llanto de tristeza de Luz formó un manantial. En el barrio de la Merced se encuentra la Pila Colorada de la que se dice el agua corrió roja desde que un hombre mató a otro. Sobre la calle de Morelos se encuentra la Pila de las Culebras en la que se reunían cuatro comadres conocidas como “Marías lenguas” para hablar mal de los demás, un día Macario, brujo otomí, les pidió que ya no lo hicieran y no obedecieron, entonces con el agua de la fuente él las transformó en culebras.