En Zamora y el Bajío los platillos a base de carne de cerdo son imprescindibles, al igual que postres como los chongos. El pan ha hecho famoso al oriente de Michoacán. En la Tierra Caliente, hay maravillas como el aporreadillo, la morisqueta y los uchepos, en la Costa, la langosta y las tiritas de pescado son de las mejores del país.
En la zona Lacustre y la Meseta Purépecha se producen platillos como la sopa tarasca, los charales y el pescado blanco, las corundas y los uchepos, los atoles y la xandúcata. Para los gourmets, lo mejor de esta zona son los platillos que preparan las cocineras de abolengo en pueblos como Angahuan y Zacán.
En Morelia no hay que perderse los restaurantes que están explorando nuevas propuestas con recetas e ingredientes tradicionales. Vale la pena conocer restaurantes del centro y la periferia.
En cuanto a bebidas, Michoacán produce tequila, mezcal, charanda y pulque.