La mayoría de los edificios coloniales de Oaxaca data de los siglos XVII y XVIII, aunque algunos se iniciaron en el XVI.
La alta sismicidad de la zona explica el porqué los edificos de la actualOaxaca de Juárez sean de baja altura y gruesos muros de una piedra verde muy abundante en la región, lo que, sin embargo, no ha impedido que muchos de ellos hayan tenido que reconstruirse más de una vez.
Un paseo por Oaxaca constituye una experiencia única; la unidad de su arquitectura colonial y porfiriana, sus tradiciones vernáculas, su comida y su clima benigno la distinguen fuertemente de otras poblaciones del país.
En los Valles Centrales están Tlacolula y Tlacochahuaya, notables por sus templos. En esta región encontramos El Tule, célebre por su árbol de 2,000 años de edad. En la árida región de la Mixteca, Yanhuitlán, Coixtlahuaca y Teposcolula sorprenden con sus grandes construcciones tipo fortaleza. En la Sierra Juárez, rica en bosques de coníferas, están Guelatao lugar de nacimiento de Benito juárez, y a poca distancia Ixtlán de Juárez, con su templo dedicado a Santo Tomás, que recomendamos visitar los lunes, por ser día de mercado.
Oaxaca es un estado que fascina al visitante, pues ofrece una gama de atractivos prácticamente ilimitada. En Oaxaca puede descansar y relajarse, sentarse en alguna plaza o pasear por sus calles tranquilas, descubrir en sus maravillosos monumentos su pasado majestuoso o admirar a través de su gente esas tradiciones centenarias en un folclor inagotable.