En el extremo suroeste del centro, frente a la Plaza Mariano de Las Casas, se encuentra el Templo de Santa Rosa de Viterbo, uno de los más grandiosos del Bajío. A tres cuadras está la actual Catedral, que en sus inicios fue el oratorio de San Felipe Neri. Terminado en 1805, este templo tiene una hermosa portada con un estilo que es de transición entre el barroco y el neoclásico. Destaca por su juego de columnas y las notables esculturas y relieves tallados en cantera.
En Pino Suárez y Guerrero, se encuentra la Iglesia de Santo Domingo, cuya capilla adyacente de la Virgen del Rosario tiene una curiosa fachada con caríatides en forma de soldados bigotones. En la calle de allende no se puede perder la Casa de los Perros, así llamada por sus gárgolas en forma de perros. También se encuentra el complejo conventual de San Agustín, construido entre 1731 y 1736. El templo es bellísimo, sobre todo por el Cristo y las demás esculturas de santos que decoran su exterior. A un lado se encuentra el claustro barroco, que para muchos es el más hermoso de América. Además de sus excelentes proporciones su preciosa fuente y la calidad de sus esculturas, es una maravilla por las cariátides de sus arquerías. Con rostros y gestos fantásticos revelan una imaginación desbordada y un sentido del humor que aún no han sido justamente apreciados. Este claustro es hoy sede del Museo de Arte de Querétaro.