San Luis Potosí se estableció en 1592 con la típica traza de las villas de la Nueva España: una plaza central con una catedral, edificios de gobierno rodeados por 19 manzanas que se extendían hacia los cuatro puntos cardinales. Pronto los minerales extraídos del Cerro de San Pedro impulsaron su crecimiento y sus cuadras dieron paso a barrios llenos de tradiciones y leyendas.
La Catedral Metropolitana es de inicios del siglo XVIII y también tiene una fahcada de cantera rosa, así como un par de torres elevadas. Su estilo fusiona inspiraciones del barroco y del neoclásico, y está compuesta por tres naves y una cúpula octagonal. Su interior guarda vitrales, imágenes de santos en mármol y pinturas virreinales. A un costado se encuentra el Palacio Municipa, una antigua mansión decimonónica que fue residencia episcopal, mientras que del lado oeste destaca el Palacio de Gobierno, construido entre 1798 y 1827, mismo que alojó a importantes personajes como Ignacio López de Santa Anna, Bustamante, Miramón y Benito Juárez.
Al norte de la plaza se encuentra la Casa de la Virreina, una mansión llamada así por haber alojado a la única virreina de México, Francisca de la Gándara.