Pequeño municipio netamente minero que se localiza en las faldas orientales del simbólico Cerro del Fraile. Para llegar hay que seguir un camino en buenas condiciones de 8 kilómetros, el cual parte de Matehuala. En el cerro existen minas de estaño, plata, zinc y otros metales. Para entrar a ellas hay que pedir permiso a las compañías para ser guiados por mineros conocedores de los muchos vericuetos subterráneos.
Durante el día esta industriosa población luce muy pacífica, limpia y armónica inclusive, por ser las horas en que los mineros están inmersos en sus labores bajo tierra. Al caer la tarde, sin embargo, las calles y plaza se van llenando de personas de todas las edades que disfrutan de su breve vida social. Para las nueve y media de la noche, el pueblo duerme, hasta que inicia un nuevo día.