Sinaloa es un territorio privilegiado. Gran parte de su superficie está construida por fértiles tierras de cultivo, y en sus litorales, tanto de Mar de Cortés como del océano Pacífico, abundan las especies marinas que le han dado forma a la industria y a la gastronomía del estado.
Por si fuera poco, Sinaloa cuenta con un rico pasado minero que se remonta a los inicios de la colonización, cuando conquistadores y aventureros se lanzaron en busca de las míticas ciudades del oro y la plata. Aún perduran incontables huellas de aquellos tiempos en las ciudades localizadas en las inmediaciones de la Sierra Madre Occidental.
A pocos kilómetros de las líneas fronterizas de los estados de Sonora y Chihuahua está El Fuerte, que fuera la primera capital estatal y que actualmente es la puerta de ingreso a una de las más importantes regiones agrícolas del país.
Un poco más al suroeste Los Mochis, moderna población rodeada de extensos campos de cultivo, merece hacer un alto en nuestro recorrido, lo mismo que Topolobampo, destacado centro turístico y de comercio marítimo que preside una hermosa bahía.
Culiacán, capital de Sinaloa, tiene como carta de presentación una ilimitada confianza en el porvenir. Sus habitantes, emprendedores y bravíos, han luchado no sólo por conservar su pasado, sino por convertirse en hogar de importantes instituciones culturales y educativas. Sus vías de comunicación, terrestres y aéreas, acercan a Culiacán al resto del país y a los Estados Unidos.
Rumbo al sur, ya en plena sierra, visitaremos Cosalá, antigua población minera rodeada de manantiales y balnearios; Concordia, la segunda en antigüedad del estado, y su vecina Copala, en otro tiempo importante real de minas. Además de su proverbial hospitalidad, estas poblaciones ofrecen espectaculares paisajes serranos.
Rosario merece una visita especial, pues en ella quedan en pie templos y casonas de la época del virreinato que sus pobladores se han empeñado en conservar a pesar de su azorosa historia. Con razón Rosario se precia de ser cuna de artistas e intelectuales de reconocida fama en todo el país.
Para cerrar con broche de oro nuestro recorrido por Sinaloa, nada mejor que Mazatlán, “lugar de venados” en náhuatl, segunda población del estado e importante centro turístico internacional gracias a su clima benigno, a los muchos atractivos que ofrece y da alegría a sus habitantes. Después de contemplar una puesta de sol en sus hermosas playas, usted afirmará, como la canción popular: “Mazatlán, ay mi Mazatlán”.
Sinaloa es un paraíso del noroeste de México que ofrece auténticos tesoros de luz y color.