Desde la carretera de cuota Córdoba-Orizaba se observa cómo se levanta en la lejanía un volcán de forma cónica perfecta: es el Pico de Orizaba, una elevación a la que los aztecas llamaron Citlaltépetl o “cerro estrella”, ya que en las noches de plenilunio la cima nevada refleja la luz de la luna y crea la impresión de ser una estrella.
Este inseparable compañero de viaje que ocupa parte de los estados de Puebla y Veracruz, se observa desde grandes distancias del camino, porque es la montaña más alta del país, con una altura de 5 747 msnm. Desde el norte se aprecia su perfil cubierto por el glaciar Jamapa, de casi 11 km2, considerado el mayor cuerpo de hielo en México.
Cuando recorra sus laderas se encontrará dentro del parque nacional, que no sólo incluye la cumbre sino que también protege sus diferentes ecosistemas de clima templado, como son los bosques mixtos de pinos, abetos, oyameles, cipreses, encinos y zacatonales, así como los vestigios del bosque mesófilo de montaña.
Aunque difícil de observar, en esta área la fauna es variada; son comunes los conejos, la comadreja, el mapache, la zorra gris y el venado cola blanca. Asimismo, donde la vegetación está mejor conservada pueden observarse varias especies de palomas, rapaces y numerosos pajarillos migratorios y residentes.
Para quienes aprecian las alturas, llegar hasta el hielo será algo complicado, pues debe contarse con vehículo de doble tracción para recorrer las terracerías, y luego caminar hasta el albergue de Piedra Grande, después continuar por algunos senderos, y así hasta llegar al paisaje nevado y a las elevadas crestas que se perfilan en la lejanía.