Los Museos en Veracruz tienen una diversidad que sorprenden a cualquiera. Van de la sencillez de una habitación o el quiosco de un parque creativamente adaptados, hasta la magnificencia de espacios construidos para preservar y difundir un acervo cultural de valor incalculable.
En esos espacios hemos de transitar por jardines, ex conventos y oratorios, por las otras recámaras, estancias y cocinas de mansiones añejas o por humildes viviendas.
En los museos de Veracruz hemos de escuchar el agua que rebota en las rocas de una fuente y podremos atisbar, a través del ventanal de una casona, hacia un paisaje que se nos antoja la infinita extensión del recinto.
En Veracruz la fundación de museos se remonta a principios del siglo XX, ya que nacen de la simple acumulación de reliquias y de objetos, cuyo fin último, muchas veces ni siquiera era manifiesto, este coleccionismo se presentó a nivel gubernamental y particular.
En el segundo caso, algunos propietarios de colecciones de arte, orgullosos de ellas, deciden mostrarlas a sus amistades dentro de sus hogares y más tarde a personas dentro y fuera de su comunidad.
En el caso del gobierno del Estado, encontramos el interés por atesorar obras que se convertirán en la base de algunas de las colecciones que hoy se muestran en los museos de la entidad.
Casi todos los museos resaltan aspectos de la vida en la entidad, a través de objetos cuya temporalidad va de la época actual hasta varios milenios hacia el pasado.