Zacoalco se encuentra a 50 minutos de Guadalajara, siguiendo la carretera rumbo a Ciudad Guzmán, en la ribera sur del lago de Atotonilco.
En lo alto de un cerro cercano se encuentra un templo que protege a los habitantes del lugar, desde ahí, cualquier visitante puede disfrutar de una vista panorámica que permite apreciar toda la extensión, las casas y las calles de este hermoso pueblo.
En Zacoalco, más de 300 familias se dedican a la fabricación de los equipales, antiguos asientos prehispánicos hechos de madera y piel. La palabra equipal se deriva del náhuatl icpalli, que significa asiento, pero la historia describe que eran objetos suntuarios, testimonio de diferentes estatus sociales, eran asientos de la gente más importante. Se dice que Moctezuma tenía su equipal que mandó traer de Zacoalco, y que también los dioses y los chamanes se sentaban en ellos.
El equipal clásico está hecho con materiales de la región, los lugareños saben cuando hay buenas y malas temporadas para cortar la madera en el cerro. “Es mejor cortarla en luna llena, cuando la savia está lista en la planta. De esta manera la madera dura más, pero si se corta en la luna tierna, la polilla puede perjudicar todo”.
La madera “palo dulce” se utiliza para el fondo y para el armazón del equipal, en cambio las estacas están formadas de “posa panal”, madera que tiene una fibra hermosa. La fabricación de los equipales requiere de una especial habilidad, ya que todos los elementos de madera se tallan con un machete curvado o cazanga.
El armazón que sostiene el equipal y el que da forma al respaldo están unidos con ixtle, un tipo de fibra vegetal que se saca del maguey. También tejen con esta fibra la parte del asiento. el procedimiento para preparar e hilar el ixtle lo aprendieron de sus antepasados, se extrae con cazanga, se lava, se seca y se hila por una tarabilla.
Sobre la fibra de maguey ponen el carrizo, encima de todo ponen el cuero, tradicionalmente de cerdo. Para mucha gente, esta piel es la preferida porque tiene agujeritos, los cuales permiten la circulación del aire. Un equipal de cuero puede durar hasta por más de veinte años.
La manufactura de los equipales es una tradición familiar que ha sido transmitida de padres a hijos desde hace muchos años. Esta forma de aprendizaje ha permitido que los miembros de una familia se mantengan unidos porque trabajan en un mismo taller.
