De Tepoztlán es la calma, ese aire apacible que tienen los preocupados por las cosas del espíritu. Y es que este pueblo de Morelos se sabe bajo el cuidado del Cerro del Tepozteco, con su pirámide y sus enigmas en lo alto; y cuando lo necesita, se esconde entre las torres del templo que en el siglo XVI dedicaron los dominicos a la Virgen de la Natividad.
Un poco más cerca del suelo y el mundo de lo terreno, se extiende elmercado de la Plaza Municipal. Incienso, artesanías y juguetes van dibujando de humo y colores el camino hasta los puestos de comida. Y una vez en ellos, el apetito salta, con prisa, indeciso. Juntas y serias se miran en cada mesa las salsas, las hay de ciruela, mango, piña, cacahuate, chapulines, cereza, tamarindo. La mayoría están hechas con chile habanero y pican tanto como fascinan. Las viejitas venden sus hierbas, mientras la barbacoa de borrego o de chivo impregna el aire.
Alguien come tlacoyos, el de más allá pancita y otros no se resisten al mole verde o rojo. Abundan los tacos de cecina traída de Yecapixtla. Pero quizá no exista nada mejor que los itacates (gorditas en forma de triángulo hechas con manteca, queso rallado y sal), un antojito característico de Tepoztlán que puede probarse en el lugar de siempre. Van acompañados con algún guiso si así se quiere (flor de calabaza, frijoles, chales, requesón, setas, chapulines) y al plato llegan cubiertos de crema y queso. Son de esos platillos que traen la paz no sólo al estómago sino al ánimo entero.
IMPERDIBLE:
Los tacos acorazados. Fáciles de encontrar pues se preparan en varios puestos, son tacos de arroz con el guisado que el deseo escoja: milanesa, manitas de puerco, huevo, tortitas de papa o huauzontle capeado.
UBICACIÓN:
Justo en el centro de Tepoztlán, en la Plaza Municipal. Abierto de 7:00 a 20:00 horas. Enfrente, sobre la Avenida Revolución, se coloca los fines de semana el tianguis artesanal.