La geología del área maya es diversa. Por ejemplo, en la porción sur de las partes altas hay numerosos volcanes activos que forman el parteaguas continental. Esta zona, donde se encuentran grandes depósitos de obsidiana, es notable por sus ricos yacimientos minerales, principalmente de jadeíta y serpentina.
Hacia el norte de estas montañas, del río Grijalva en Chiapas y de la Alta Verapaz en Guatemala, el paisaje montañoso es bastante espectacular. Esta última marca la transición entre las partes altas del mundo maya y la gran planicie de roca caliza que constituye la península de Yucatán, región a la que se conoce como tierras bajas mayas. La mayor parte de la península se sitúa al nivel del mar y, excepto por elementos como las colinas del Puuc, los rasgos más prominentes del paisaje lo constituyen las ruinas de los antiguos edificios mayas. Por último, están la planicie tabasqueña y algunas partes del litoral norte de Yucatán.