Bonampak es un sitio notable por sus extraordinarias pinturas murales. El asentamiento, que tuvo su apogeo en el Clásico Tardío, entre 600 a 800 d.C., es de proporciones modestas comparado con grandes centros mayas como Palenque y Yaxchilán. De hecho, se supone que Bonampak fue, política y culturalmente, un lugar dependiente de Yaxchilán, cuyo glifo emblema se encuentra representado varias veces en los monumentos de este sitio. El centro monumental está formado, al menos, por tres conjuntos de arquitectura mayor; en ellos se desarrollaba la vida pública del lugar y residía la clase dirigente. En la Gran Plaza y la escalera que conduce a la acrópolis, se encuentran varias estelas con fechas de Cuenta Larga entre 782 y 791 d.C., en las que se representan personajes con elaborados atavíos, tal vez los gobernantes del lugar. Entre las estructuras de la acrópolis construida sobre una baja colina, se encuentra el Edificio 1, famoso por sus tres cuartos con aproximadamente 112 metros de pintura mural, las mejores conservadas e importantes que se conozcan del Clásico maya. Esos murales han sido interpretados de diversas maneras: para algunos, las distintas escenas narran una sola historia, que incluye una batalla, sus secuelas y la celebración por la victoria. En el cuarto central se representa una batalla entre guerreros mayas, algunos ricamente ataviados; los cuatro protagonistas principales amagan con lanzas y toman por la cabeza a un individuo, en tanto que algunos músicos tocan sus trompetas de guerra. La escena cambia a una plataforma escalonada, donde los prisioneros han sido desnudados y arrancadas las uñas de sus manos; entre los vencedores, vestidos ricamente y con complejos tocados en forma de animal, destaca un guerrero con una lanza, a cuyos pies se encuentra un cautivo suplicante. En el Cuarto 3 se representa lo que ha sido considerado la celebración de la victoria; muestra a los señores de Bonampak ricamente ataviados y con grandes tocados de pluma de quetzal, acompañados, entre otros personajes, por una banda de músicos tocando trompetas, tambores, sonajas y conchas de tortuga.
Chinkultic, situada en la periferia de la zona maya, presenta rasgos típicos de esa cultura. En la zona existen alrededor de 200 montículos agrupados en seis conjuntos, entre ellos un juego de pelota. Sólo el Templo 1 del Grupo A, también llamado El Mirador, ha sido parcialmente explorado y restaurado. El sitio fue ocupado desde el periodo Preclásico Tardío hasta el Postclásico, aunque su apogeo debe haber tenido lugar en el Clásico Tardío, como lo indican las fechas contenidas en las varias estelas encontradas aquí, las que van de 591 a 897 d.C. El monumento más conocido de Chinkultic es un marcador de juego de pelota; es de forma circular y el motivo central es un jugador que golpea una gran pelota. Contiene una fecha equivalente a 591 d.C.
Palenque es una de las grandes ciudades del Clásico maya. Alcanzó su apogeo en el Clásico Tardío, entre los años 600 a 800 d.C., aunque los inicios del sitio se remontan a 100-200 d.C. Los estudios de la cerámica y las inscripciones jeroglíficas del sitio indican que fue un gran centro que extendió su influencia a través de la guerra y de alianzas matrimoniales, de su grupo gobernante con los de otros lugares a lo largo del río Usumacinta. El sitio es notable por su bello arte escultórico, el complejo del Palacio y el Templo de las Inscripciones, en cuyo interior se localizó la tumba del rey Pacal. Aún no se conoce el tamaño y extensión de la ciudad; el área explorada sólo corresponde al centro monumental, tal vez menos de la cuarta parte del total del asentamiento, en donde se concentran la mayoría de las grandes estructuras, construidas aprovechando la topografía del lugar. El Palacio es sin duda la estructura más compleja de Palenque, como resultado de numerosas transformaciones arquitectónicas. Una majestuosa torre se eleva al centro del conjunto, conformado por una variedad de elementos como patios, edificios, escalinatas, corredores, tableros decorados y esculturas de estuco. Sobre algunas de las pilastras se encuentran figuras humanas y medallones con motivos simbólicos y deidades en algunas de sus crujías.
El Templo de las Inscripciones, la estructura más conocida de Palenque, recibe su nombre de tres grandes tableros con inscripciones jeroglíficas, localizados en el templo superior de este basamento de nueve cuerpos escalonados. En el interior se encontró una lápida, empotrada al piso, con perforaciones cubiertas por tapones. Bajo ella se descubrió un pasadizo, cuyas escaleras conducen a una cripta funeraria, situada bajo el nivel de la plaza, para algunos la más importante tumba del mundo maya. En esa tumba, cuyas paredes muestran representaciones en estuco de nueve personajes ricamente ataviados (tal vez los nueve señores de la Noche) se encuentra un sarcófago de piedra cubierto por una lápida grabada. En ella destaca un personaje recostado sobre el monstruo de la tierra y una serpiente bicéfala de cuyas fauces surgen dos pequeños personajes; los glifos del borde incluyen la fecha 692 d.C. En el interior del sarcófago se encontraron los restos de un individuo acompañado de una rica ofrenda, en la que destaca una máscara hecha de mosaico de jade.
Toniná es un centro ceremonial del periodo Clásico que se localiza en la frontera occidental del área maya, en el centro de Chiapas. Entre los aspectos que distinguen al sitio se encuentran la utilización de cantos rodados como material de construcción, su monumental acrópolis y su bello y singular arte escultórico, similar al de Copán y Quiriguá. El sitio fue ocupado a lo largo de todo el Clásico, con un apogeo de 600 hasta 909 d.C. La acrópolis, construida aprovechando las elevaciones naturales del terreno y en cuya base se localiza una gran plaza, con un juego de pelota y varios templos, altares y estelas, está conformada por siete plataformas comunicadas por escalinatas y pasadizos. En la última de ellas se encontró, al pie de la escalinata de uno de sus cuatro templos, una escultura de Tzotz Choj, último gobernante de Toniná.
Yaxchilán es un sitio mayor del Clásico maya situado en la margen izquierda del río Usumacinta. Es notable por sus numerosas y bien preservadas esculturas de piedra del Clásico Tardío, que incluye estelas y dinteles en las puertas de los principales edificios. En ellos se muestran diversos eventos y actividades, como ceremonias de autosacrificio ritual efectuadas tanto por los gobernantes del lugar, como por sus familias. El estudio de las inscripciones jeroglíficas ha permitido establecer la secuencia dinástica de Yaxchilán. Esta comprende cuatro reinados en un periodo que va del año 726 a 810 d.C., coincidente con el apogeo del sitio. El primer gobernante registrado, y seguramente el fundador de la dinastía, es Escudo Jaguar, quien gobernó entre 726 y 742 d.C.; debido a que sus fechas de nacimiento y ascención son inciertas, se ha sugerido la posibilidad de que se trate de un extranjero o un usurpador. Su sucesor, llamado Pájaro Jaguar, ocupó el trono hasta once años después de su muerte, lapso en que el gobierno había sido conducido por una de sus mujeres. Pájaro Jaguar reinó entre 752 y 770 d.C., y su gobierno se distinguió por una fuerte actividad constructiva; fue entonces cuando el sitio adquirió su fisonomía actual y se erigieron la mayoría de los monumentos escultóricos del lugar, en muchos de los cuales se conmemora y señala el origen del linaje de Pájaro Jaguar. En esta época ocurrió la mayor extensión territorial de Yaxchilán, conseguida tanto por conquistas militares, como por alianzas matrimoniales con los grupos gobernantes de otros sitios. Su último gobernante es conocido como Descendiente de Escudo Jaguar, y reinó entre 770 y 810 d.C., la última fecha registrada en el sitio. El núcleo del asentamiento es conocido como la Gran Plaza y está constituido por dos importantes conjuntos llamados la Gran y Pequeña Acrópolis, construidos, como otros grupos del sitio, aprovechando y transformando la topografía del lugar. Del total de 120 estructuras que conforman esta zona nuclear, se han intervenido y consolidado alrededor de 30. Entre los más significativos se encuentran el Edificio 19, la estructura con el plan arquitectónico más complejo del sitio, compuesta por series de cuartos en dos niveles, y el Edificio 33, el que no es sólo el mejor conservado del lugar, sino el más espectacular por su posición dominante con respecto al asentamiento; presenta una crestería de tres cuerpos, de los que se conservan dos.