Copán es una de las grandes ciudades mayas del Clásico localizada en el Valle de Copán en el occidente de este país. Es famosa por sus numerosas estelas y monumentos grabados, la mayoría localizados en el corazón cívico y religioso del lugar, llamado ahora Grupo Principal; donde además se concentran los principales edificios de Copán. Incluyendo éstos, el sitio comprende alrededor de 3,500 montículos; en su apogeo en el Clásico Tardío, la ciudad llegó a tener una población de entre 1,800 y 20,000 habitantes. El Grupo Principal contiene una acrópolis, una gran plaza, y varias menores, numerosas pirámides, plataformas, templos y un bello juego de pelota, además de estelas y altares con inscripciones jeroglíficas. Uno de los gobernantes más conocidos de Copán es el señor 18 Conejo, a quien se encuentran dedicadas varias de las estelas que se localizan en la Gran Plaza, como las F, D y la B que conmemora su ascención al trono. La Estela C se encuentra grabada por los lados. Por uno representa un hombre joven, por el otro a un viejo, es posible que las figuras muestren a un mismo individuo en distintas etapas de su vida. Enfrente de cada estela hay altares esculpidos, entre otras, en forma de tortuga y máscaras del Dios de la Muerte. Dos monumentos resumen la historia de la dinastía gobernante en Copán: El altar Q y la Escalera Jeroglífica del Templo 26. Esta última, uno de los monumentos más notables de Copán, fue construida por órdenes del señor Concha-Humo, gobernante desde el año de 749 d.C. La escalera, que alguna vez contó con 72 escalones, de los cuales sólo 30 permanecen ahora en su posición original, contiene la inscripción más larga que se conozca en el mundo prehispánico. Muestra un texto de más de 1,250 jeroglíficos que cuenta la historia de la dinastía de Copán hasta el año 755 d.C., en el que fue dedicada. El Altar Q, colocado a la base de la Estructura 16, es un gran bloque cuadrado de piedra, en el que se representan, por todos sus lados, a los 16 gobernantes que tuvo Copán, cada uno de ellos sentado sobre el glifo de su nombre. El rey Yax Pac, quien mandó construir el altar, recibe simbólicamente las insignias de gobierno del fundador de la dinastía. Yax Pac fue el último gran gobernante del lugar, reinó entre 763 y 820 d.C. A partir de entonces cesó la construcción de edificios y la elaboración de monumentos grabados, y comenzó un proceso de abandono gradual del sitio.