De las 35,000 especies de orquídeas que existen en todo el mundo, 21,000 son mexicanas y 109 se encuentran en la península de Yucatán.
Debido a su gran belleza y variedad de sus flores, así como a las propiedades curativas de algunas de ellas, han sido recolectadas sin medida. Esto junto con la tala indiscriminada de los bosques, ha causado la extinción de muchas especies.
Las orquídeas son especies difíciles de cultivar y tardan de cinco a siete años en dar su primera floración, después florean cada año.
El invernadero de orquídeas que se encuentra en Xcaret tuvo en un principio 12 especies nativas. En la actualidad propaga 136, además de algunas híbridas, con la finalidad de reforestar la selva y también de comercializar algunas de ellas.
En Xcaret las orquídeas siguen tres etapas de reproducción: la polinización manual, el cultivo in vitro sobre una base de tezontle, carbón y corteza de árbol, y, al cabo de dos años, el traslado al aire libre, primero a macetas y después a su hábitat natural.
La técnica in vitro requiere de alta tecnología, ya que la germinación es la etapa más delicada en el ciclo de vida de la orquídea y se deben observar condiciones óptimas de asepsia para evitar la contaminación, así como un estricto control de temperatura, luz, aire y humedad.
En el laboratorio se mantienen 5,000 frascos, sembrados cada uno con 25 o 50 plántulas que se transformarán en 250,000 orquídeas.
La colección de las orquídeas de Xcaret se incrementa con donaciones, intercambios y compras certificadas.