Las cálidas aguas del Golfo de México y del mar Caribe albergan uno de los ecosistemas más espectaculares y con mayor diversidad biológica de la Tierra.
Además de especies raras como el manatí o vaca marina, los juguetones delfines moteados y los gigantescos tiburones ballena, abundan también las tortugas marinas, los aligátores y diversas especies de grullas.
El Golfo de México, en particular, destaca por su riqueza pesquera; las especies más importantes son, por ejemplo, el reo o trucha de mar, el salvelino (un salmónido), el lenguado, la caballa y el atún.
La región padece graves problemas medioambientales. El turismo, la pesca deportiva y la pesca comercial ya han destruido algunas pequeñas islas coralinas.
Los pescadores de gambas locales se enfrentan con los protectores de las tortugas y los ecologistas se preocupan por las elevadas capturas accidentales de especies amenazadas.
No obstante, en los últimos años se ha conseguido detener el declive de algunas especies de pelícanos y grullas; además, actualmente los grupos ecologistas se dedican a la protección de muchas de las pequeñas islas.