La comunión entre las culturas náhuatl y otomí se hace evidente en este Pueblo Mágico, cabecera de un municipio provisto de un clima espléndido para la cosecha y cobijado por la imponente Sierra Madre Oriental. Además de sus cultivos, entre los que destacan el café y el aguacate, la zona tiene gran riqueza artesanal pues, entre otros valiosos objetos, sus pobladores siguen elaborando el papel más antiguo del país: el papel amate.
En la oficina de turismo de la Presidencia Municipal, a un costado del Templo de Santiago Apóstol, patrono del pueblo, ofrecen un interesante recorrido. Se realiza una caminata de 3 km desde la plaza de Pahuatlán hasta el Puente Colgante Miguel Hidalgo y Costilla. Éste une a la comunidad de Pahuatlán del Valle con Xolotla y pasa por encima del río Pahuatitla. Vale mucho la pena tomarse un retrato en él, pues mide 36 metros de altura y 60 metros de largo, tiene más de 50 años y recientemente se rehabilitó en su totalidad. En Semana Santa se instala un bungee aquí.
En el beneficio de Don Conche Tellez dan una explicación de todo el proceso que se requiere para la elaboración del café: la extracción de la pulpa, la fermentación, el lavado, secado, pelado y, por último, el tostado. El café producido en la región es arábigo, pero también hay de las denominaciones caturra y borbón.
Después del recorrido te llevan a una cata donde te ayudan a identificar las características de una buena taza de café, según su grado de acidez, su cuerpo y aroma. Es recomendable comprar café recién tostado.
A unos veinte minutos de Pahutlán se encuentra San Pablito, una comunidad de artesanos de la etnia Hñahñu (otomíes). Son famosos por su producción de papel amate con técnicas ancestrales, aunque también trabajan artesanías de chaquira.
La tradición artesanal de origen prehispánico se ha transmitido de generación en generación desde hace siglos; aún se hace con fines ceremoniales como ofrenda y representación de los dioses. Sin embargo, actualmente el restante se vende al exterior o se usa como insumo para crear otras artesanías.
Unos de los platillos que son recomendables probar son: la cecina ahumada y los famosos chícales (hormigas) en salsa. También se comen fritos con chile chilpetín. Se trata de todo un manjar aunque a primera vista no lo parezca. La temporada de lluvias es la mejor época para degustar este platillo prehispánico.
La gastronomía de la región es resultado de la fusión de las culturas totonaca, nahua y otomí, que con los ingredientes españoles se diversificó y enriqueció aún más.
El domingo es día de tianguis y todos los habitantes de la región vienen a ofrecer sus productos, por lo que vale la pena ir a echar un vistazo y desayunar ahí mismo. Los taquitos de cebolla son algo muy representativo de la zona y comerlos con trozos de chicharrón no tiene igual. La cocina de Pahuatlán varía según la temporada, en algunas épocas se consumen productos como el chayotextle, que es la raíz del chayote y se prepara capeada y con queso; en otros meses hay una gran variedad de quelites y frutos de la región.
Una de las comunidades más altas de la región es Ahíla, donde la principal actividad es la floricultura. También es visitada por ciclistas experimentados en downhill, que acuden en caravana para realizar el difícil reto. La altura y las condiciones permiten también el vuelo en parapente.
La cabecera está a 1,060 metros sobre el nivel del mar, mientras que la comunidad de Ahíla está a 1,750 metros. Esto brinda una vista privilegiada de Pahuatlán y de todas las comunidades del municipio. Por la misma razón, Ahíla es un gran sitio para la observación de aves. Hay un mirador en donde se aprecia el Cerro del Cirio, una gran formación rocosa que se aprecia desde la carretera; es un sitio ideal para realizar algunos deportes como senderismo, montañismo y rappel, aunque sí se requiere de cierta condición física y el equipo adecuado.
A 20 minutos de Pahuatlán sobre la carretera 106 hacia Chila, está elRancho Santa Elena, un hotel con chapoteadero, cancha de futbol rápido, palapas y asadores, todo entre áreas verdes y una magnífica panorámica de la sierra.
Imperdible:
- Disfrutar de la vista que ofrece el Mirador de Ahíla.
- Conocer alguno de los talleres de papel amate en la comunidad de San Pablito.
- Ir a algún beneficio de café y aprender sobre su proceso de producción.
- Dar una vuelta por el pueblo y admirar sus edificios históricos.
Cómo Llegar:
Desde el D.F., la ruta más corta es la del Arco Norte, que entronca con la federal 132. Después de Tulancingo, Hidalgo, hay que desviarse a la izquierda a la altura de Santa María Asunción, por la pequeña carretera estatal que conduce a Pahuatlán.
Festividades:
- El Encuentro Nacional de Voladores en el mes de noviembre.
- Las Huapangueadas que se llevan a cabo a lo largo del año.
- La Fiesta patronal del Señor Santiago, el 25 de julio.
Información Turística:
Presidencia Municipal
Leandro Valle 1, Centro.
Teléfonos: (776) 752 0505 / 0618.
Dónde Dormir:
Booking.com