Arriba de la línea divisoria que separa en dos estados a la península de Baja California, y desde el Mar de Cortés hasta el océano Pacífico, se extiende un territorio desértico, cruzado solamente por algunos caminos de terracería y por el trazo de la carretera federal número 1. A toda esa amplitud se le conoce como el Área de Protección de Flora y Fauna Valle de los Cirios.
Biodiversidad:
El Desierto Central, que forma gran parte de esta área, es notable por su belleza, por su diversidad natural, por el excelente estado de sus suelos, por sus reservas de agua y por la calidad de su aire.
Sin incluir a los insectos, en el Valle de los Cirios viven más de cien especies de animales y alrededor de setecientas vegetales, muchas de ellas endémicas. La integridad del Valle permite el libre flujo de numerosas especies de fauna silvestre, entre las que se cuentan dos de borrego cimarrón, venados bura y pumas, además de un reptil exclusivo de la zona.
El área también es escala indispensable para especies migratorias de aves, murciélagos y mariposas.
Su vegetación es típicamente desértica, con manchones de chaparral y con especies como los mezquites y el chamizo. Entre sus plantas destacan los emblemáticos cirios, el cardón y el torote blanco. En temporada de lluvias la fisonomía del desierto cambia de las tonalidades verdes y ocres al explosivo colorido de los rojos, naranjas, bermellones y magentas de las flores de las cactáceas.
Ecoturismo:
Todo el Valle de los Cirios tiene propietarios, en su mayoría ejidatarios, que están comenzando a desarrollar actividades ecoturísticas. Te sugerimos conocer la región a través de la Carretera Transpeninsular y sus ramales, y hacer recorridos cortos en bicicleta o a pie por los senderos establecidos.
Innegable atractivo representan los abundantes restos fósiles y las pinturas rupestres de Cataviñá, vestigios que dejaron las tribus nómadas que recorrieron estas tierras en busca de alimento durante casi diez milenios.
En magnífico estado se conservan las misiones de San Francisco de Borja Adac y de Santa Gertrudis, del siglo XVIII, así como las numerosas ruinas de instalaciones mineras que operaron en el área durante los siglos XIX y XX.
Si prefieres la playa, dirígete a Bahía de los Ángeles, un hermoso sitio desde donde se ven numerosas islas y que cuenta con todos los servicios turísticos. También hay hospedaje en Cataviñá y zonas de acampar dentro del área protegida.
Conservación:
La vulnerabilidad del Valle de los Cirios se debe principalmente a la escasa precipitación pluvial; aun la más pequeña alteración del terreno o daño a la vida silvestre deja lesiones que tardan años en restablecerse. Las medidas de protección tienen como objetivo primordial evitar cualquier alteración.
Decreto: 2 de junio de 1980.
Superficie: 2,521,776 hectáreas.
Estados: Baja California.
Municipios: Ensenada.
Clima: Muy seco-semicálido, muy seco-templado, muy seco-cálido y seco templado.
Temperatura: 20°C en promedio al año.