Estos ecosistemas aún guardan las formas de vida que predominaron en las sierras madres y en el núcleo centroamericano durante la época de las glaciaciones. Aunque en ellas hay menos especies vegetales y animales que en otros ecosistemas, las montañas poseen un alto número de organismos edémico. Su hábitat presenta temperaturas de congelación durante gran parte del año y suele haber nevadas y heladas a lo largo de cinco meses o más.
En sus cumbres pueden encontrarse árboles que reptan por el suelo o que se desarrollan en miniatura, para evitar ser barridos por las ventiscas, y las hierbas tienen un aspecto velludo con hojas gruesas, duras o aceitosas para evitar la congelación.
El abeto picea, por ejemplo, es un elegante señor de las montañas. Se trata de una conífera que se encuentra en las cumbres de Chihuahua yCoahuila, separada por miles de kilómetros de sus parientes más cercanos en Colorado, Canadá y Europa. También hay otros tipos de pino que semejan piñones miniatura y que se localizan en Coahuila y Nuevo León.
Aunque falta mucho por estudiar sobre la fauna de estos ecosistemas, sabemos de la existencia de lagartos espinosos, serpientes de cascabel y nauyacas enanas, varias especies de ratones, tuzas y el gracioso teporingo, así como las mariposas parnasius, en Coahuila y la limanopoda, en Chiapas.