En Jalisco no todo lo que suena es mariachi ni todo lo zapateado es jarabe, Jalisco es escenario de múltiples expresiones artísticas.
La Danza de los Tastoanes tiene sus orígenes hace más de tres siglos como una manera de resistencia e identidad de los pueblos en contra de la conquista española representada por la figura del Santo Santiago, el santo patrono de España, quien era invocado durante las batallas entre indígenas y conquistadores.
Cada 25 de julio se celebra la fiesta del Santo Santiago y tiene lugar la Danza de los Tastoanes en el Cerro de la Reina, en Tonalá, y de las poblaciones de Santa Ana tepetitlán, Nextipac, Ixcatán y San Juan de Ocotán, en Zapopan. Los participantes que interpretan el papel de los guerreros indígenas portan máscaras, pieles de animal y bastones, con los cuales enfrentan a un jinete que personifica al santo Santiago.
La palabra Tastoanes proviene del náhuatl tlatoani y significa “señor”.
En Lagos de Moreno se lleva a cabo la Danza de Matlachines, algunos dicen que el origen del nombre Matlachines, proviene del náhuatl matlatzin el cual significa “pequeña red” o de malacate, es decir “algo que gira”. Otras versiones apuntan al vocablo árabe mutawaujjihin, “enmascardo”, pues jugaban el papel de los musulmanes en las peleas entre moros y cristianos.
Éstos danzantes bailan con tanta energía que sus plumas, cuentas, vestidos y altos sombreros forman un remolino de colores al ritmo de tambores y sonajas.
En Jalisco se puede observar a la cuadrilla de los matlachines de San Judas Tadeo animando las fiestas de Lagostina de Lagos de Moreno, durante las cuales bailan a los pies del Señor del Calvario.
El Baile de Sonajeros es otro buen motivo para visitar Tuxpan, al sur de Jalisco. Durante las fiestas de San Sebastián, del 20 al 27 de enero, estos danzantes llenan las calles de Tuxpan con su alegría y ritmo.
El traje típico que portan destaca debido a su colorido, portan camisa y calzón de manta, sombrero de soyate, chaleco con cintas de vibrantes tonos y una larga sonaja que hacen trepidar a lo largo de su recorrido.
En el atrio de la parroquia finaliza su recorrido, y antes de concluir la fiesta se incorporan a las procesiones que celebran al santo patrono en medio de gritos y brincos.