Es hermoso e imponente por su extensión y fisonomía, donde la planta endémica, que le da nombre al área, el cirio se ve por doquier, en todos los tamaños, pero los que más impresionan son los que llegan a medir hasta 20 metros.
Un paisaje al que no estamos acostumbrados a ver en el seco y semicálido ambiente del centro de la Península de Baja California.
Es una de las áreas protegidas más extensas y mejor conservadas del país (2,521,776 hectáreas), colinda con los dos mares y está rodeada por sierras bajas como La Sierrita San Francisquito, Calamajué y Colombia.
Para admirar sus atractivos naturales cuenta con cabañas y varios servicios que facilitan las actividades de ecoturismo.
INDICACIONES:
Ocupa la tercera parte de Baja California, la mitad del municipio de Ensenada y parte de Mulegé, en Baja California Sur.