Ubicado en el corazón de Ciudad Universitaria, el estadio de CU, como se le conoce popularmente, es un referente no sólo para la actividad deportiva de la ciudad, sino también uno de los ejemplos de arquitectura más interesantes que existen en su tipo.
Construido en 1952 y 1954 por los arquitectos Augusto Pérez Palacios, Raúl Salinas Moro y Jorge Bravo Jiménez, el estadio se edificó aprovechando la base de roca volcánica que constituye el suelo de la zona del Pedregal de San Ángel, cubierta de lava por el volcán Xitle 450 años antes de nuestra era. Su peculiar forma elíptica, que le da una forma de sombrero de charro, es resultado no sólo de la estética, sino también de la isóptica, una técnica que permite que los espectadores puedan tener una buena visión de lo que ocurre en el campo sin importar dónde se encuentren en el estadio. Posee 42 túneles de acceso por los que la gente puede entrar o salir del inmueble en un lapso de veinte minutos; una zona de palcos y espacios de prensa, radio y televisión conocido como El Palomar, y un sistema de iluminación que posibilita la realización de eventos nocturnos. La pista que circunda el campo de juego es de tartán, material sintético de 25 milímetros de espesor y espacios reglamentarios para pruebas atléticas como salto de altura, de longitud, triple, lanzamiento de martillo, bala y jabalina.
Pero es en este último aspecto donde está lo más interesante de este estadio, ya que en él se han llevado a cabo importantes justas deportivas como los Juegos Olímpicos de 1968, que incluye la hazaña de Bob Beamon, que rompió la marca del salto largo con un brinco de 8.90 metros, cifra que no fue superada en más de dos décadas; una Universiada en 1979; un Campeonato Iberoamericano de Atletismo en 1988 y juegos regionales como Panamericanos (1955 y 1975) y Centroamericanos y del Caribe en 1954 y 1990; así como también la celebración de encuentros deportivos de atletismo y partidos de futbol americano estudiantil y futbol soccer profesional, deporte en el que funge como casa del equipo de los Pumas de la UNAM.
Cabe destacar, asimismo, que dos obras de Diego Rivera adornan el inmueble, el mural polícromo La universidad, la familia mexicana, la paz y la juventud deportiva, ubicado en la fachada oriente del estadio, y otro de menores dimensiones en el palco de honor.
Ubicación: Insurgentes Sur 3000, Ciudad Universitaria.
Teléfono: 5616 2045.