Conjunto habitado por monjas franciscanas erigido en 1752.
En su interior contiene pinturas al fresco, dorados relicarios en marfil y un púlpito de ébano con incrustaciones de concha.
En la sacristía pueden admirarse una escultura de Cristo en madera de mezquite y óleos con temas religiosos, algunos de ellos firmados por Miguel Cabrera.