Este exconvento dedicado a San Francisco fue fundado en 1779 y conserva un claustro filipense de estilo austero aunque con bellas arcadas.
Su enorme atrio es probable que sea uno de los más grandes que se construyeron en la Nueva España, mientras que la fachada de su iglesia es de estilo churrigueresco con una esbelta torre neoclásica atribuida a Tresguerras.