Originalmente eran tierras de sembradío, luego fue anexado al templo, como parte de los servicios de la iglesia; más tarde se destinó para cementerio, primero de la iglesia y después del gobierno cuando las Leyes de Reforma.
Hacia 1877, por cuestiones de sanidad, se dejó de emplear como panteón y se le dio el uso de jardín; llevo por mucho tiempo el nombre de Porfirio Díaz, aunque el uso popular le llama Jardín de Guadalupe.
Al centro hay un quiosco de planta octagonal, construido a base de herrería.
Templo de Guadalupe
Este santuario, es el segundo edificio religioso en importancia de la ciudad. Su construcción se inició en 1767 y se concluyó 22 años más tarde, en 1789. El 26 de julio de 1931 fue erigida en parroquia.
La obra del maestro Felipe de Urea, es un edificio barroco ha sufrido múltiples transformaciones y modificaciones en su estructura.
La fachada es de un barroco exuberante, característico del Bajío consagrado por su filigrana en piedra. Las torres son de reciente construcción, 1973.
La enorme cúpula está recubierta en su exterior con azulejo de Talavera, también llamado de pañuelo. El interior del santuario posee una decoración muy recargada; la decoración escultórica y pictórica es de gran calidad.
Es digno de admiración el bello púlpito realizado en tecali, piedra volcánica parecida al mármol y las cuatro pinturas de las pechinas con las cuatro apariciones de la Virgen.
El cuadro de la Virgen fue realizado por José de Alcíbar en la segunda mitad del siglo XVIII. La capilla del Santísimo, ubicada al fondo del templo y construida a principios de este siglo es de estilo neogótico.