La población de San Quintín cultiva de todo, desde moluscos en el mar hasta hortalizas en la tierra. La bahía siempre tiene mucho movimiento entre pescadores, ballenas grises y surfistas.
En los tiempos del explorador Juan Rodríguez Cabrillo se le conocía como Puerto de la Posesión. Por aquí tuvieron presencia los dominicos en el siglo XVIII, quienes fundaron la misión de Santo Domingo de la Frontera, la segunda en toda la península. En el siglo XIX se fundó el pueblo de San Quintín como colonia inglesa. Aquí se instaló un muelle, se dragó la bahía, se construyó un molino de harina y se construyó un puente que lleva a las faldas del volcán Kenton.
Este poblado desapareció con la Revolución, quedando sólo el muelle y la maquinaria del molino. 20 años después, San Quintín comenzó de nueve, pero esta vez tierra adentro, a 12 kilómetros de su ubicación original, en la actualidad es un pueblo que exporta lo que cultiva como tomate, fresa y pepino.
San Quintín abarca varios poblados, desde Colonet hasta Lázaro Cárdenas, pasando por Camalú, Vicente Guerrero. Pero San Quintín atrae por la belleza de su costa, en la laguna de laBahía de San Quintín, Punta Azufre y su largo cabo, su parte más occidental es conocida como Bahía Falsa.
San Quintín se encuentra lleno de volcanes inactivos, por lo que ahora se pueden observar los picos Kenton, Riveroll, Ceniza, Suroeste y Media Luna.
En el sitio en donde existió el molino de harina, ahora se encuentra el restaurante Molino Viejo. En su interior todo es de madera, y se puede disfrutar de platillos como tenazas de jaiba a la paprika, champiñones rellenos de marlín, pescado al papín o en aceite de alcaparras, langosta a la mantequilla y filete mignon con camarón.
Una buena opción de hospedaje es el hotel Don Eddie’s, con 13 habitaciones y un espacio para casas rodantes y zona para acampar. Se pueden rentar kayaks y su restaurante cuenta con mesa de billar y una excelente barra con cervezas y licores, aquí puedes disfrutar de almejas a la plancha, pulpo ranchero, pescado en salsa de mango y tamales de camarón.
A un costado del restaurante Molino Viejo se encuentra el Museo Regional de San Quintín, inaugurado en 2011 y que posee una colección de piezas que hablan del pasado y la formación geológica de la bahía, así como de la historia reciente de la localidad. Dentro de los fósiles que se exponen se pueden encontrar un amonite gigante, el fémur de un mamut y un diente de megalodonte. Se pueden ver puntas de flechas y herramientas de los ñakipas. Un mapa que señala los puntos ocupados por las misiones enBaja California, así como objetos antiguos como monedas, cucharas, frascos de opio, restos de armónicas y un tintero.
Se pueden realizar actividades como pesca deportiva y recorridos en lancha contratando los servicios con cualquiera de los pangueros que se encuentran en este sitio, son fáciles de identificar cerca del Molino Viejo o el hotel Don Eddie’s, entre algunas opciones se encuentran Kelly Catian, Jaime Pangas, Meño’s Pangas, Tiburón Pangas, Tito’s Pangas, Pedro Pangas y Alfredo Peralta.
Desde las aguas de San Quintín se pueden observar delfines, ballenas grises y lobos marinos, además de poder pescar jurel, dorado, atún, marlín, mero, corvina, cabrilla, lenguado y rockot. Toda esta zona es ideal para practicar kitesurfing, kayak y paddle board. Los surfistas encontrarán un paraíso en El Playón, Santa María y la isla San Martín.
San Quintín es famoso por ser productor de ostión, abulón, almeja y choro o mejillón. En la Bahía falsa se encuentra una granja de ostión que se puede visitar en lancha.