Las investigaciones realizadas en el sitio revelan que tuvo ocupación humana por lo menos desde el 600 a.C. y hasta el 900-1000 d.C. Los primeros grupos se asentaron en el lugar atraídos por las numerosas aguadas que habían en el valle, lo que propició una rápida evolución que alcanzaría su época de esplendor entre los años 500 y 900 d.C. Se considera que la ciudad llegó a ocupar una extensión aproximada de 25 kilómetros cuadrados y hasta la fecha se han localizado un poco más de 200 estructuras, entre basamentos, plataformas, edificios y conjuntos habitacionales, de los cuales se han explorado las construcciones que están alrededor de la Gran Plaza, como la Gran Acrópolis, la Plataforma de los Cuchillos, el Anexo de los Cuchillos, la Casa Grande o Noholná, un sacbé o camino blanco, un juego de pelota, un conjunto de templos al sur de la Gran Plaza y la Pequeña Acrópolis, entre otros. Algunos de estos edificios muestran rasgos arquitectónicos de los estilos Puuc y Chenes.
La Gran Acrópolis es tal vez el conjunto más representativo del sitio; se trata de una gran plataforma elevada de planta cuadrangular, sobre la que se erigieron unas once o doce estructuras. El estilo general del conjunto acusa una gran influencia cultural proveniente del Petén guatemalteco.
La Casa Grande o Noholná cierra la Gran Plaza por su lado poniente. Es una estructura alargada que presenta en su fachada principal una gran escalinata, la cual se abre a lo largo del edificio. Algunos estudiosos han pensado que se trata de gradas, que tal vez sirvieron para albergar al público que presenciaba las ceremonias efectuadas en la plaza.
En la Pequeña Acrópolis también existe una plataforma cuadrangular elevada, con cuatro edificios, en los que se advierten rasgos arquitectónicos del estilo Puuc; una de las estructuras posee una escalinata en la que se distinguen glifos con imágenes geométricas, animales y humanas.
En los templos de la parte sur se encontraron dos magníficos mascarones de estuco, ornamentando los costados de una estructura, que representan a la deidad solar Kinich Ahau en sus advocaciones de astro del amanecer y del ocaso.
En Edzná se encontraron además importantes datos acerca de una compleja red de canales hidráulicos que sirvieron para la irrigación del valle, aspecto que redundó de manera importante en la capacidad productiva de sus tierras y en el desarrollo de la ciudad.
Visita: lunes a domingo de 8:00 a 17:00 horas.
60 km al sureste de la ciudad de Campeche, por la carretera 180 y entronque con la 188.