La Catedral Basílica Menor es una de las catedrales más bellas de México. Su construcción se inició en 1635, pero la mayoría de las obras se hicieron en el siglo XVIII cuando adquirió su aire barroco. Fue consagrada hasta 1844. Dedicada a la Inmaculada Concepción, sus portadas ostentan un refinadísimo trabajo escultórico. Su interior de tres naves contiene un verdadero tesoro de arte, destacan la imagen de Nuestra Señora en el ciprés, la sillería del coro, los órganos monumentales y los delicados óleos de la sacristía, entre otros muchos objetos litúrgicos y elementos ornamentales.
Frente a la catedral se encuentra la Plaza de Armas, que ostenta un bonito quiosco y un juego de fuentes. Varios edificios notables rodean esta plaza, entre ellos la Casa de las Rosas y el Palacio de las Lágrimas, ambos del porfiriato.