La Fuente de las Tarascas fue construida en 1937 por José Luis Padilla Retana y se ha convertido en el emblema de Morelia. Al norte se encuentra el Jardín Villalongín, mientras que al suroeste está el acueducto que surtió de agua a la ciudad desde el siglo XVIII hasta 1910. Al sur del acueducto se encuentra el parque Bosque Cuauhtémoc. Al oriente de la Fuente de las Tarascas inicia la Calzada Fray Antonio de San Miguel, un andador cobijado por la sombra de grandes árboles. Este andador lleva a la Plaza Morelos, que en su centro luce una estatua ecuestre del caudillo colocada ahí en 1913.
Frente a la plaza hay varios edificios notables, entre ellos el Santuario de Guadalupe, erigido en el siglo XVIII como parte de un convento de frailesdieguinos, fue remodelado en 1907 por el maestro de obras Joaquín Orta Menchaca, quien recubrió su interior de una colorida ornamentación como no se ve en ningún otro templo de México.