La riqueza monumental de la antigua Antequera es incalculable a pesar de los derrumbes y daños causados por los terremotos, que poco dejaron de la arquitectura del siglo XVI; y aunque la mayoría de los edificios tanto civiles como religiosos ha tenido que reconstruirse hasta dos o tres veces, es precisamente esta naturaleza sísmica del terreno lo que ha definido la arquitectuta del lugar, que es ancha y baja, robusta, con muros de gran espesor.
En primera instancia, en la Mixteca podemos admirar tres importantes monumentos: el templo y ex convento de San Pedro y San Pablo Teposcolula, con una capilla abierta única en su tipo; el conjunto conventual de San Juan Bautista, en Coixtlahuaca, cuyo templo presenta una fachada de ascendencia renacentista y una capilla abierta con relieves, obra indígena que muestra elementos de la iconografía prehispánica.
En la sierra norte encontramos otros monumentos dignos de visitarse, como el templo de Santo Tomás, con su bellísima portada y sus retablos barrocos, y Calpulalpan de Méndez.
En los Valles Centrales tenemos los templos de San Andrés Huayapan, Tlalixtac de Cabrera y San Jerónimo Tlacochahuaya. En el Templo de Tlacolula de Matamoros se localiza la capilla del Señor de Esquipualas, decorada magníficamente con motivos barrocos.
Como ejemplo de la arquitectura de finales del siglo XVI y principios del XVII tenemos el conjunto de Santo Domingo de Guzmán, en cuyo templo se pueden observar magníficas decoraciones de yeserías doradas; en el ex convento se aloja el Museo de las Culturas.
Pero es importante mencionar que la grandeza de la arquitectura oaxaqueña reside en el cúmulo total de sus obras, es decir que además de los edificios monumentales hay que considerar las construcciones modestas, que con el tiempo han adquirido un importante significado cultural.
TuriMéxico les brinda la oportunidad de conocer un poco más de cerca estos magníficos e importantes monumentos que forman parte de la culturaoaxaqueña.